Ante la dureza del mundo, el sarcasmo y la injusticia, las personas altamente sensibles tienen dificultades para reaccionar. Estas situaciones los tocan profundamente y les causan un gran dolor. Consejos para afrontar estos tiempos difíciles.
Ante una injusticia
Nunca es agradable ser víctima de una injusticia, acusado injustamente o agredido. A menudo, éstos son momentos que las personas altamente sensibles experimentan de manera particularmente molesta.
Consejo : Si te sientes vulnerable, no agregues más. Puedes volver al evento al día siguiente, frío, para no sentirte abrumado por la emoción. Sobre todo, no te sientas culpable si no has tenido la fuerza para oponerte.
Enfréntate a la dureza del mundo
La inseguridad, la información que induce a la ansiedad, las relaciones sociales, tienden a herir a las personas altamente sensibles . De modo que a veces, hacer un viaje, leer el periódico, ver una película dura son verdaderas penurias para ellos.
Consejo : Sentirás la dureza del mundo más o menos dependiendo de dónde mires. Dirige tu atención a la naturaleza, a tus amigos, a la belleza, al arte … ¡No tienes que hacer lo más difícil! Si tienes que moverte por la ciudad, evita el metro lo más posible, toma el autobús o camina por una ruta agradable.
Lidiando con el sarcasmo
“Eres demasiado frágil”, “Lloras todo el tiempo”, “Tienes que endurecerte” … Ya sean consejos, comentarios hirientes o simplemente burlas, las personas altamente sensibles escuchan muchos pensamientos de quienes los rodean sobre su sensibilidad.
Consejo: “Recuerda que la alta sensibilidad es una característica, como los ojos azules, que puedes convertir en una fortaleza. Las personas que se sienten incómodas con su propia sensibilidad tienden a devaluarla, a mostrar aspereza. Al contrario, siéntete feliz y orgulloso de ello, y el sarcasmo se deslizará sobre ti.
Hacer frente a situaciones sociales opresivas
En una cena social, una fiesta o un evento, las personas altamente sensibles tienden a cansarse rápidamente, a sentirse ansiosas.
El consejo: Lo primero que hay que hacer es preguntarse: ¿quiero ir al evento? Si no tienes que hacerlo, no te fuerces. Por otro lado, si lo deseas, prepárate. Descansa antes, relájate, para salir con buen nivel de energía. Una vez allí, ponte en una disposición tranquilizadora, manteniéndote cerca de un amigo reconfortante, por ejemplo. No dudes en hacer descansos, salir unos momentos. ¡No tienes que participar en todas las conversaciones!
Lidiando con conflictos
Las personas altamente sensibles tienden a huir del conflicto, o por el contrario, a empezarlo aunque esto signifique agravarlo. En cualquier caso, una reacción inapropiada corre el riesgo de impedir que se resuelva el desacuerdo.
El consejo: Pregúntate si el conflicto es legítimo. ¿No te estás dejando llevar? Un colega, cónyuge o tus hijos pueden estar bromeando. Si hay un conflicto, es mejor tomarse el tiempo para pensar las cosas antes que responder ojo por ojo, o incluso involucrar a un tercero para salir de la dimensión emocional.
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