Siente todo, con mucha fuerza, todo el tiempo. Es la vida diaria de las personas que padecen una sensibilidad aguda o alta sensibilidad. Hasta que lo acepten y descubran que también es riqueza.
“Ha pasado un año desde que me diagnosticaron alta sensibilidad. Finalmente entendí por qué estaba conmovida por todo y todo el tiempo. Un vagabundo que pide limosna, un niño llorando, una pieza de Bach, pero también mis relaciones complicadas, el hecho de sentirme incomprendida, mi tendencia a desvalorizarme, mi dificultad para expresar lo que siento. “Impulsiva y resentida”, concluyó la psiquiatra a la que había consultado en 2013. Gracias al diagnóstico de mi psicóloga actual y al trabajo que hago con ella, el rompecabezas de mi personalidad finalmente está tomando forma. Siempre he sido consciente de que mis sentidos están ultradesarrollados: reconozco todos los aromas, las primeras notas de la música, pero también soy capaz de sentir la emoción de una persona, de plasmar su personalidad en profundidad. Es una fortaleza en mi trabajo, especialmente en la contratación de mis equipos. Muchas veces detecté perfiles que no coincidían con la descripción del puesto.
Las personas altamente sensibles son creativas, intuitivas, espirituales
Autora: Lucia Rodríguez Brines
Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.
Si estás interesad@ en conocer nuestros servicios de psicología y mindfulness, puedes escribirme a info@psitam.com y estaré encantada de atenderte.
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