Inteligencia emocional y empatía en el cerebro humano
Los seres humanos somos seres esencialmente sociales. G.Rizzolatti
En un principio, las emociones eran respuestas instintivas que los animales emetían al acercarse a algunos estímulos (alimento, calor..) y huir de otros (depredadores…). Con el tiempo, estas respuestas se han vuelto más complejas, han surgido más estructuras y circuitos nerviosos encargados de analizar, procesar los estímulos y de generar las respuestas emocionales.
Cerebro emocional
Una de las estructuras más importantes para las respuestas emocionales en humanos y mamíferos es la amígdala (una en cada hemisferio cerebral). La amígdala actúa como una señal de alarma del cerebro, ya que sus neuronas reconocen si está pasando alguna cosa buena, negativa o irrelevante, y de avisar cuando se requiere la producción de la reacción emocional necesaria, empleando como intermediarias otras regiones del cerebro, como el hipotálamo o el tronco del encéfalo.
El hipotálamo es una estructura compleja situada en la base del cerebro, su función es regular las funciones vitales del cuerpo (homeostasis orgánica).
- Controla la hipófisis (libera hormonas en la sangre para regular la producción de otras hormonas en otras glándulas del cuerpo).
- La amígdala, mediante el reconocimiento de estímulos, y actuando sobre el hipotálamo y otras estructuras cerebrales, origina las respuestas energizadoras o paralizadoras que caracterizan las emociones.
En definitiva, las emociones son respuestas fisiológicas y conductuales múltiples y coordinadas de un organismo, algunas son visibles (posturas o movimientos), mientras que otras, (liberación de hormonas o frecuencia cardíaca no lo son).
Metaconciencia y emociones
El fenómeno de la meta-conciencia (capacidad de la mente de pensar sobre sus propias representaciones, y hasta sobre sus procesos y resultados) es crucial en la comprensión de las emociones ya que nos permite amplificar los sentimientos. Por ejemplo, cuando alguien piensa en su propio sufrimiento o felicidad, estos sentimientos crecen, se intensifican y adquieren poder. Los sentimientos son una construcción activa del cerebro y de la mente humana.
Orígenes de la inteligencia emocional
A menudo, muchas respuestas necesitamos encontrarlas en el pasado. Y , este caso, para comprender el peso en nuestra especie de la inteligencia emocional –una capacidad bio-psico-social-, hace falta remontarnos al pasado remoto, en concreto, necesitamos viajar entre 36 y 3 millones de años hasta los orígenes de los primates, nuestros antepasados de diferente familia evolutiva más recientes.
A lo largo de la evolución de los homínidos, el cerebro experimentó un crecimiento desproporcionado sin precedentes en la historia de la evolución. La neocorteza –parte del encéfalo más relacionada con la inteligencia- fue la gran beneficiada de esta expansión.
El desarrollo de la cognición social precedió a la cognición no social
Los expertos en biología, neurología, antropología, paleontología y otras ciencias, explican que el desarrollo de la cognición social precedió a la cognición no social. La causa se halla en nuestros vínculos con otras líneas evolutivas de los primates. Los primeros primates convivían en núcleos sociales (aseguraban así su protección y la supervivencia) y desarrollaron una comunicación más eficaz para sobrevivir al nuevo entorno.
Paulatinamente, el sistema de comunicación se fue configurando con sonidos, expresiones faciales, posturas…surgió una comunicación emocional primitiva –un sistema previo a la simbolización y la cultura-.
También hace falta recalcar que la cognición social (la facultad de comprender y representar las mentes de los demás y de interactuar) ha sido uno de los motores de la evolución humana. Esta es la principal diferencia que existe entre los humanos y otros primates.
Según los expertos, el desarrollo de la comunicación emocional fue un factor crucial en el crecimiento del sistema nervioso y del encéfalo. Por tanto, podemos afirmar que la Inteligencia emocional es necesaria en el momento presente –mejorar la salud emocional de la sociedad- y en el futuro –construir una sociedad más equilibrada-.
Neuronas espejo
Otras evidencias científicas avalan la importancia de la inteligencia emocional en la evolución del homo sapiens y en la vida cotidiana del ser humano actual. Por ejemplo, el célebre descubrimiento del neurobiólogo Giacomo Rizzolatti (Universidad de Parma, Italia) de las neuronas espejo a principios de los años noventa.
Rizzolatti y sus cols. observaron por primera vez las neuronas espejo en primates:
- Curiosamente, estas neuronas están situadas en una región anterior de la corteza motora que sirve para predecir los movimientos voluntarios. Éstas se activaban previamente antes que el mono realizara una acción (como coger un objeto por ejemplo).
- Pero lo más impactante fue que estas mismas neuronas también se activaban cuando el mono veía cómo el experimentador alargaba el brazo para coger el objeto él mismo.
Eran neuronas que reflejaban cómo el animal sentía en su mente lo que pasaba en la mente del experimentador; por esta razón se llamaron neuronas espejo.
Con el tiempo, gracias a los estudios con neuroimágenes funcionales, investigadores como el holandés Kristian Keysers y sus colaboradores han observado la activación de las neuronas espejo en humanos; en concreto, se observaron en el cerebro de músicos novatos cuando aprendían a tocar la guitarra viendo como lo hace un experto, entre otras situaciones.
Por tanto, cuando paramos atención en aquello que hacen otras personas se activan en nuestro cerebro las mismas áreas que se activarían si fuéramos nosotros mismos quienes lo hiciésemos.
Neuronas espejo y empatía
Además, recientemente, otros investigadores de la Universidad de Parma han podido concluir a partir de otra situación experimental que las neuronas espejo del cerebro humano no tan sólo están interesadas en los movimientos de otras personas, sino también en las motivaciones e intenciones subyacentes a estos movimientos.
La capacidad de predecir las intenciones ajenas resulta fundamental para la interacción social.
Además, como ya se ha comentado, la actividad espejo de las neuronas cerebrales también está implicada en la empatía, porque también ocurre cuando los humanos observamos las sensaciones y emociones de otras personas.
La empatía está relacionada con neuronas espejo localizadas no sólo en áreas de planificación motora del cerebro, sino también en las áreas que se relacionan con el procesamiento de la información interoceptiva y los sentimientos
Estas neuronas espejo, íntimamente relacionadas con la empatía, nos revelan que los seres humanos somos esencialmente sociales. “La sociedad, la familia y la comunidad son valores realmente innatos[1]” –asegura Rizzolatti-.
[1] Rizzolatti, Giacomo. (2006). Las neuronas espejo: los mecanismos de la empatía emocional. Barcelona: Paidós.
En conclusión,
- la inteligencia emocional no es una noción reciente, se encuentra implícita en la evolución de los homínidos a lo largo de millones de años y siempre influye en nuestro desarrollo.
- Actualmente, esta capacidad ha salido del anonimato y ha despertado un gran interés y toda la población acoge y valora la importancia de esta inteligencia.
En estos momentos, la percepción de la sociedad es que la economía no puede reparar los problemas ni acercarnos a la felicidad, sólo lo podemos hacer nosotros. Por este motivo se necesita más que nunca establecer vínculos con las personas, conseguir un bienestar personal y educar a los niños/as en un clima de aceptación y bienestar para que en un futuro las emociones negativas –como el miedo o la ansiedad- ya no tengan tanta cabida en el mundo.
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