2 ejercicios de meditación para fomentar la creatividad

¿Te gustaría embarcarte en un proyecto o el actual está en bloqueo total? Estos ejercicios te ayudarán a salir de la autopista para explorar los caminos secundarios de la creatividad.

La creatividad es la capacidad de crear ideas nuevas, originales y apropiadas. De cualquier manera, el proceso creativo es como resolver un problema. De A queremos ir a B. Por tanto, es necesario desarrollar hipótesis para deducir resultados. La atención plena estimula este trabajo.

Si bien la autocrítica, el juicio, la distracción, el miedo al fracaso son todos obstáculos para la creatividad. Al regresar al presente, se libera el potencial creativo.

Para entender qué es un cambio de perspectiva, otra forma de pensar, es necesario darse cuenta de cómo nuestra mente ve las cosas de la misma manera, por costumbre o por falta de discernimiento.

Estamos formados por prejuicios, creencias aprendidas en el pasado. Cuando nos enfrentamos a una situación, recurrimos a lo que ya sabemos. La meditación te permite crear innovando, es decir, cambiando tu punto de observación. Para impulsar nuestra creatividad, permítamonos pensar de manera diferente, ignorar los prejuicios, los nuestros o los que nos rodean.

Ignorar los prejuicios, los nuestros o los que nos rodean.

Caminata consciente (10-15 minutos)

Elige un lugar donde puedas ir y venir en silencio sin temor a ser observado. Puede ser dentro o afuera.

Párate de pie. Tus pies en paralelo, mismo ancho de la pelvis, los brazos cuelgan a ambos lados del cuerpo y mira hacia adelante.

Concéntrate en tus plantas de los pies y cómo se distribuye tu peso en ambas piernas. Haz unos movimientos ligeros de flexión de las rodillas para verificar tu anclaje en el suelo.

Comienza cambiando tu peso sobre una pierna: ve cómo cambia el equilibrio. Levanta el talón de la otra pierna y observa cómo se mueven todos los músculos. La planta del pie deja el suelo, luego el pie se levanta, la pierna se levanta hacia adelante.

Apoya el talón en el suelo, luego la planta del pie y transfiere el peso del cuerpo a esta pierna. Observa nuevamente todos los músculos en movimiento, en la parte baja de la espalda, en los muslos, las piernas …

El peso corporal ahora se transfiere completamente a esta pierna. Puedes dejar que el otro pie se levante. Lentamente muévela hacia adelante, concéntrate en los cambios en las sensaciones físicas en el pie y la pierna.

Muévete lentamente de un extremo de la ruta al otro. Presae especial atención a las sensaciones generadas en las suelas y los talones cuando reanuden el contacto con el suelo. También concéntrate en los músculos de las piernas cuando las piernas se muevan hacia adelante.

Toma cuatro o cinco pasos, luego cambia de dirección; Ponte de nuevo en el momento con cada cambio de dirección.

Usa estas sensaciones, especialmente las de los pies en contacto con el suelo, como un ancla para reconectarte con el momento presente.

La uva seca (10-15 minutos)

Por simple que parezca, este primer ejercicio de atención plena es muy representativo del propósito de la meditación. Vamos a observar los eventos cotidianos, prestando atención a nuestros pensamientos, emociones y sensaciones corporales.

La atención plena cambia el arte y el camino. Queremos volver a ser ingenuos, sentir curiosidad por lo que está sucediendo, como si lo estuviéramos experimentando por primera vez. Es como si quisiéramos ser espectadores de la experiencia. Digamos que hacemos las cosas mecánicamente, sin pensarlo. Con atención plena, tratemos de vivirlos, instante tras instante.

Como el médico suizo Roger Vittoz también lo describió de manera un poco diferente, desarrollar receptividad es hacer que el cerebro cognitivo descanse. Este ejercicio traerá a la conciencia las sensaciones de la vista, el olfato, el oído, el tacto y todo lo interno.

Desarrollar receptividad es hacer que el cerebro cognitivo descanse.

Toma una uva pasa, o incluso un tomate cherry. Siéntete. Mira este “objeto” como si fuera la primera vez: has venido de otro planeta y nunca has visto uno. Ahora lo explorarás con tus cinco sentidos. Entonces lo llevarás a tu boca. De la misma manera, te tomarás el tiempo para observar las sensaciones corporales, la salivación, la masticación, la activación de la deglución.

Autora: Lucia Rodríguez Brines

Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.