¿El budismo es una terapia?

La filosofía budista aboga por un retorno a uno mismo y la aceptación incondicional de nuestras emociones. ¿Puede curarnos de nuestras neurosis?

El budismo nos reconcilia con la idea de la muerte y la nada. Vives más cada segundo por lo que te trae, sin miedo al porvenir. Es una gran lección de sabiduría aceptar la vejez, la muerte, la enfermedad y vivir simplemente en el momento presente.

Budismo y psicología, vinculados

Ya en la década de 1950, grandes psicólogos y psicoanalistas anglosajones, como el estadounidense Erich Fromm y la británica Nina Coltart, se acercaron a los principios fundamentales de esta filosofía oriental. Las “cuatro nobles verdades” declaradas por Buda enseñan que el sufrimiento es universal, que proviene de nuestras propias ilusiones, que se puede curar y que hay una manera de lograrlo.

Toda la contribución del budismo es poner en el centro de su enseñanza, incluso antes de una promesa de salvación, escuchar el sufrimiento y la angustia. A través de esta escucha abierta y sin prejuicios, propone transformar nuestra existencia y liberarnos de la confusión que la obstaculiza.

Así, Ana María, de 54 años, llegó al budismo después de una depresión severa que pasó por la muerte de su madre: “La práctica budista me permitió calmar la ira que tenía hacia ella, para ver que ella había hecho lo que pudo. En gran parte gracias a la práctica de la meditación, que nos permite experimentar la agitación en la que vivimos, detener nuestro cine interior y encontrarnos allí, sólo respirando, aquí y ahora. “

El budismo asegura que tenemos todas las respuestas, siempre que sepamos cómo buscarlas, dentro de nosotros. Somos nuestros mejores aliados para transformarnos. Para hacer frente a las emociones negativas, se supone que el seguidor del Dharma, la ley universal que rige el orden de los seres y las cosas, debe darse cuenta de lo que le molesta, a través de meditaciones durante las cuales deja pasar sus emociones sin detenerse ahí.

Somos nuestros mejores aliados para transformarnos

Por lo tanto, la meditación y la psicología se unen para escuchar el sufrimiento, sin el más mínimo juicio.

Entonces, ¿es el budismo sólo es una herramienta más para poner en la estantería del “crecimiento personal“? No es tan simple. El crecimiento personal al que nuestro mundo contemporáneo nos invita, a través de sus eslóganes del tipo: “realízate, expresa tu creatividad …”, es lo opuesto al budismo. Debido a que el objetivo final del budismo es el desapego, la ausencia de deseo. Entonces, si compras un cojín de meditación, incienso, una estatuilla de Buda, etc, esto puede contribuir a distanciarnos del camino del Dharma, ¿por qué?

El objetivo de la psicoterapia es transformar “Estoy sufriendo” en “Estoy bien”.

El budismo en cambio cuestiona el “yo” que experimenta sufrimiento. Para los budistas, este “yo” no tiene existencia propia. El “yo” es una ilusión, y de allí viene el sufrimiento. Es una pregunta metafísica que no tiene nada que ver con la terapia.

El budismo en cambio cuestiona el “yo” que experimenta sufrimiento.

Autora: Lucia Rodríguez Brines

Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que.existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.

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