Desarrollemos la inteligencia para apoyarnos en pilares lo más sólidos posibles. Si, por ejemplo, sustento mi felicidad en la belleza o la juventud, a medida que envejezca mi felicidad irá marchitándose y puedo perder mi sentido vital. Pilares sólidos pueden ser de distintos tipos: por ejemplo, la autorrealización es una meta sólida, el crecimiento personal y/o espiritual.
Revisa los pilares en que se sustenta tu felicidad e intenta realizar ajustes si no estuvieras sustentando tu sentido de vida en ejes estables -una vocación, un proyecto vital, la realización espiritual o crecimiento personal, …etc-.
Otra idea a tener en cuenta es que el ser humano necesita tener metas, objetivos, propósitos, que le insuflen espíritu de lucha, de superación, y le ayuden a desarrollar valores y una actitud positiva.
Perder el sentido de la vida
Sustentarnos en ingredientes esenciales (valores, metas a largo plazo…) que nos protejan de perder el sentido de vida.
Algunas personas pierden el sentido de la vida en algún momento de su vida, o en etapas vitales difíciles.
Las personas solemos apoyamos en pilares que son el eje de nuestro sentido de vida: familia, profesión, hobbies…y cuando se tambalean nos podemos asustar y frustrar. Debemos aceptar que tarde o temprano todo cambia y es necesario aprender a asumir estos cambios, además de sustentarnos también en ingredientes esenciales (valores, metas a largo plazo…) que nos protejan perder el sentido de vida.
Para muchos, completar propósitos, alcanzar metas es su sentido de vida. Si se hace como algo atractivo y que te hace feliz en sí mismo, es ideal. Si lo haces para recibir éxito o reconocimiento, tarde o temprano sentirás vacío.
Si no disfrutas, perderás el sentido de vida
Ansiedad y depresión
Por último, hay algo que es muy importante recordar: sentirte merecedor/a de felicidad. Anhelarla. Poner todo de tu parte para abrirle la puerta en tu mente.y corazón. La ansiedad -vivir siempre en el futuro- o la depresión -atraparnos en bucles de pensamientos sobre el pasado- nos llenan de emociones negativas, y es ahí cuando podemos sentir desesperanza y pérdida de sentido vital.
Ahí cobra sentido el mindfulness, permitiéndonos quedarnos en el presente, disfrutando, saboreando, experimentando…,y así es como recuperamos la sensatez, el discernimiento y el anhelo de felicidad.
Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que.existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valofes humanos
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