Por qué el equilibrio de la vida profesional-personal es una ilusión

Todos queremos ser eficientes en nuestro trabajo, y al mismo tiempo dedicar tiempo a nuestra familia, nuestros amigos, nuestros viajes y nuestras actividades de ocio … Pero cuando falta el tiempo, surge la culpa: ¿por qué no soy capaz de gestionarlo todo? La verdad es que, a diferencia de una máquina, somos capaces de hacer varias cosas a la vez … pero de forma imperfecta.

En términos generales, es imposible que una máquina logre una eficiencia óptima en más de una tarea. Una máquina que tiene que limpiar y hacer recetas será mucho menos eficiente que dos máquinas separadas, cada una de las cuales se concentra exclusivamente en una sola tarea. Cuanto más limitados sean los objetivos, mayores serán las posibilidades de efectividad.

Nuestro cerebro no está diseñado para lograr la máxima eficiencia en una sola tarea. Esta extraordinaria máquina cognitiva y emocional está equipada para una amplia variedad de actividades. Escribir una novela, pescar con arpón, criar a un niño, conducir a toda velocidad, escribir informes en una oficina, casarse, o comenzar una pequeña empresa …

Multitud de actividades: el precio a pagar

El precio a pagar por esta diversidad es que no seremos tan buenos en cada una de estas cosas como alguien que lo ha estado haciendo toda su vida. Puede que no seamos los mejores en el deporte que elijamos, puede que nuestra casa no esté muy limpia, puede que lleguemos un poco tarde a nuestras reuniones, no seremos los compañeros de cena más interesantes o los más atentos,, y es probable que otra persona ayude a tu hijo a pintar.

Todos estos pensamientos pueden ser un poco deprimentes a veces, por ejemplo, a altas horas de la noche cuando recordamos nuestro día. Pero lo que debemos darnos cuenta es que esta falta de eficiencia perfecta se debe a una cosa muy simple: hemos elegido la generalidad y la diversidad sobre la perfección enfocada. Y esa es una decisión muy sabia.

Centrarse en una cosa con exclusión de todas las demás tiene sus contratiempos, como se puede descubrir hablando con un deportista que entrena 10 horas al día: hay un coste en ser el equivalente humano de un coche deportivo. Lamentablemente, nuestra sociedad ha difundido una idea absurda: la idea de que es posible hacer muchas cosas, haciéndolas todas perfectamente bien. Es por ella que escuchamos tanto sobre este concepto de “equilibrio entre el trabajo y la vida”, es decir, tener una carrera y una vida privada perfectamente satisfechas. Ésta es una idea disparatada.

La elección de la imperfección

El equilibrio entre el trabajo y la vida es imposible. Nunca podremos ser un cocinero perfecto, un modelo a seguir y un CEO al mismo tiempo: si hacemos malabarismos con múltiples roles, cada uno de esos roles se verá afectado. ¡Pero esto es completamente normal! Hacer demasiadas cosas y cometer errores no es una señal de que tu vida se esté desvaneciendo. Éste es un signo de una elección muy sabia y bastante comprensible: preferiste la imperfección de la diversidad a la perfección enfocada.

Autora: Lucia Rodríguez Brines

Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.