Ante el Covid-19, depende de nosotros reinventar la forma en que trabajamos

El coronavirus y el confinamiento están cambiando nuestra perspectiva del mundo del trabajo a nivel mundial. Este período se presta a cambios en las mentalidades, individuales y colectivas.

Depende de nosotros reinventar la forma en que trabajamos.

¿Quién podría haber previsto esto? Esta crisis ha provocado un cambio profundo en nuestra relación con el trabajo: desde la interrupción sin precedentes de la actividad laboral debido al confinamiento, hasta la forma en que vemos el trabajo, incluidas nuestras maneras de trabajar.

El Covid-19 impulsa varias revoluciones

Primera revolución, sentida a escala mundial y completamente nueva: por primera vez, los gobiernos han detenido la actividad económica de su país. ¿Cuánto debería durar para evitar que la máquina económica y de producción se detenga indefinidamente? ¿cómo hacer que los países vuelvan a trabajar y relanzar el crecimiento después del confinamiento? Nadie tiene una visión clara todavía al respecto.

Segunda revolución: nuestras formas de trabajar se ponen patas arriba. El teletrabajo triunfa hoy en nuestras sociedades. Pero no es una panacea: proporciona soluciones tecnológicas para conectarse de forma remota y gestionar mejor el tema de la movilidad, sí, pero las reuniones se multiplican y se suceden unas a otras y, como los robots, hacemos llamadas en videoconferencias, sin tener tiempo para asimilarlas o actuar. La identidad corporativa y existencia de la jerarquía profesional pueden volverse cada vez menos visibles en la videoconferencia En el “próximo mundo”, ¿se convertirán estas soluciones en la única forma de trabajar? probablemente no, pero surgirán otras formas de trabajar. Lo humano y lo real recuperará posiblemente pronto su protagonismo.

La tercera revolución se refiere a nuestra visión del mundo del trabajo. Este período de “espera” nos hace descubrir a otro yo, que cuestiona el significado de su vida en el trabajo. Debemos cuidar especialmente en estos momentos nuestra autoestima para enfrentar situaciones profesionales en las que tendremos que trabajar de manera diferente (o descubrir una faceta nueva de algo que ya sabemos hacer).

Si la persona, ante una nueva situación, tiene baja autoestima acerca de sus habilidades, tendrá todos los números para experimentar dificultades en adaptarse, en ser resiliente.

Enfoque positivo

Encuentra un enfoque positivo para poder avanzar:

-Sobre tu capacidad de aprender. Quien subraye y valore su propia capacidad de aprender podrá avanzar con confianza reconociendo su valor, su capacidad.

– Sobre tu alineación personal. Se trata de reconocer tus habilidades y límites sin dramatizar. También requiere no compararse.

– Sobre tu capacidad de mejorarte. Conocerse y valorarse nos conduce a la voz interna que nos tranquiliza, nos consuela, nos alienta. Con respecto a la importancia de la autoestima, te propongo tres preguntas que orientan sobre el nivel de autoestima: “¿Cuál es la forma en que me veo a mí mismo y mis habilidades? “¿Cuál es el diálogo interno que tengo sobre mí y mis habilidades ? “¿Qué emociones cargo hacia mí y mis habilidades?”

Dar vida a estos preceptos todos los días fortalecerá nuestra autoestima y el sentido que le damos al trabajo.

Por tanto, y en resumen, con esta crisis, el mundo del trabajo ha entrado en una transformación forzada, dando lugar a nuevas ideas y métodos, que deberán ser probados, adoptados y / o rechazados. Lo digital no sustituirá todo. Como seres humanos, necesitamos contactos sociales reales, intercambios para vivir, progresar y prosperar.

Debido a lo insólito de esta situación de alarma, en PSITAM EMPRESA hemos diseñado un programa de prevención de salud mental para ayudar a las personas en el momento de retorno a la normalidad (prevención ansiedad, estrés post traumático, depresión, y otras afecciones dañinas para la salud).

Puedes consultar una breve presentación aquí: Programa resiliencia

Autora: Lucia Rodríguez Brines

Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.