Sólo me siento bien solo/a

No ver a nadie y quedarse solo en casa: si para algunos esta imagen es una pesadilla, es para ellos un ideal de vida. ¿ Por qué ?

Todos tenemos un poco de envidia de aquellos que saben estar a solas consigo mismos y sólo confían en ellos. En una sociedad de “hipercontacto“, los solitarios despiertan nuestra admiración por su facultad de autonomía. Su independencia revela una gran fuerza de carácter, siempre que se intercale con momentos de sociabilidad. De lo contrario, su retirada limita con la fobia social.

Un sentimiento de suficiencia

Melania, de 35 años, es soltera. Como traductora, pasa la mayor parte de su tiempo sola. Una elección de la que dice estar satisfecha y orgullosa: “Esto demuestra que no necesito a nadie”. »¿Complejo de superioridad? En cualquier caso, esta forma de suficiencia se origina en la infancia.

En algunos casos cuando la educación no ha inculcado el gusto por compartir y descubrir a los demás, los niños pueden desarrollar egoísmo que puede manifestarse en el afianzamiento.

Ansiedad social

Algunos psicólogos afirman que nadie puede ser autosuficiente. Éstos son simplemente “argumentos racionales que buscan estos solitarios, al negarse a admitir la verdadera razón de su afianzamiento: el miedo a los demás”.

La ansiedad social que puede ser genética y/o ambiental (educación, etc). Por ejemplo Sergio, de 42 años, contaba en un curso: “Cuando era pequeño, mi familia no recibía a nadie en casa. Mis padres se divorciaron. Desarrolló una desconfianza excesiva hacia los demás: “Cuando tus padres te dicen, y muestran, que no se debe confiar en nadie, ¡te vuelves individualista! “

Un recuerdo traumático

Este comportamiento también puede ser el resultado de un recuerdo traumático. Anna, de 33 años, era una adolescente reservada, sufrió durante un año la severidad de una maestra que la obligó a ir la pizarra y se burló de ella.
Cuando la conocí Anna era granjera y decía que estaba contenta con su “vida ermitaña”. Conclusiones: Cuando las primeras experiencias de confrontación con otros son de fracaso o humillación, pueden dar lugar a ese comportamiento de evitación más adelante.

Angustia a una ruptura

Siempre evitación es la respuesta para aquellos grandes solitarios que son conscientes de su personalidad como adictos emocionales.

Evitar la creación de vínculos se convierte en una forma de escapar del riesgo de caer en un estado de dependencia.  Lo que les preocupa es la idea de perder al otro, a quien se habrían apegado. Temen revivir el dolor de una experiencia previa: separación de la madre, duelo o ruptura …

¿Qué hacer para abrirte a los demás?

Ir hacia otros

Cuanto más huyas de las salidas, más ansioso estarás por las oportunidades de conocer gente y más temerás fracasar. Deja de ser pasivo. Toma la iniciativa de conectarte con los demás. ¡Atrévete! Comienza por “entrenar” con personas de tu confianza. Sal a conocerlos, llámales, propon reuniones, incluso si eso significa explicar tu enfoque.

Girarse hacia los demás

Cualquiera sea la razón de tu miedo a los demás, te hace sentir como el blanco de todo juicio cuando estás en un grupo. Para poner fin a estas preocupaciones, es esencial aprender a “centrarse”: interesarse más en el mundo, en los demás, hacerles preguntas … En otras palabras, abrirse, de modo que ya no te centres únicamente en tu propia persona.

Consejos para quienes te rodean

No confíes en las apariencias. ¿Dice que prefiere estar solo? Rodéalo, invítalo, invítalo a las salidas. Y cuéntale tus propias ansiedades o experiencias de timidez. Esto le permitirá ponerlo en perspectiva, para ver que no está solo al sentir este miedo. Expresa tu amistad o confianza en él sin dudarlo, para alentarlo.

Si te gustaría resolver malestares en tus relaciones sociales,  o con tu autoestima, puedes consultar con nuestro equipo de Psitam para recibir orientación terapéutica.

Autora: Lucia Rodríguez Brines

Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que.existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.

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