Los 4 acuerdos toltecas aplicados a las relaciones

Es posible que hayas oído hablar de este best seller del mexicano Miguel Ruiz: Los 4 acordes toltecas.

Este libro ofrece consejos relevantes para mejorar las relaciones en tu vida. Se basa en 4 reglas principales para aplicar a diario. Aquí hay un breve resumen y algunas formas para aplicarlo en tus interacciones diarias.

1. Procura que tu discurso sea impecable

Usa el habla sabiamente.

“El habla es tu herramienta más poderosa como ser humano; Es un instrumento mágico. Pero como una espada de doble filo, tu palabra puede crear los sueños más bellos o destruir todo lo que te rodea. ”- Miguel Ruiz

En nuestra cultura, las palabras se usan con demasiada frecuencia para herir, calumniar, criticar o lamentar, en lugar de ser una herramienta para expandir la compasión, el apoyo y la amabilidad.

Resultado: nos alimentamos constantemente con negatividad. Todo esto contribuye a pudrir nuestros intercambios.

En cambio, este primer acuerdo nos recuerda la importancia del impacto de las palabras dichas o pensadas y, por lo tanto, el deber elegirlas con cuidado. Se trata de cultivar el pensamiento positivo, el perdón y los halagos de corazón.

Y tú, a diario, ¿tiendes a criticar, acusar, quejarte? ¿O más bien a ser positivo, apoyar, agradecer y felicitar? ¿Cómo podrías ser más positivo y menos negativo en las palabras que piensas y dices?

2. Pase lo que pase, no lo conviertas en un asunto personal

Este segundo acuerdo es una piedra angular en las relaciones humanas. Todos nosotros, nos sentimos el centro del universo.

Cuando alguien nos culpa o ignora, se muestra agresivo o se burla de nosotros, automáticamente pensamos que está relacionado con algo que hemos hecho.

En realidad, este generalmente no es el caso. Si nuestro gerente está particularmente irritado hoy, sólo es que durmió mal. Si nuestro colega parece fingir que no nos ve en la cafetería, es que en realidad no nos vio, porque está sumido en sus pensamientos.

Cuando asumimos que el otro no está haciendo nada en contra nuestra, que no quiere dañarnos deliberadamente, que no está de dientes contra de nosotros, esto calma enormemente las relaciones.

Entonces podemos intentar dar este paso en las interacciones que tenemos, hacer el esfuerzo de tratar de comprender qué causa la reacción de nuestro interlocutor en lugar de enfadarnos o enjuiciar. También es una excelente manera de recibir las críticas o la grosería de nuestros compañeros con mucha más filosofía.

3. No hagas suposiciones

Otro mal hábito que con frecuencia envenena las relaciones en el trabajo: tendemos a hacer suposiciones sobre todo.

Anticipamos el comportamiento de un compañero suponiendo que volverá a llegar tarde o mostrarse agresivo, nos convencemos de que si nuestro gerente se distrae durante una reunión es porque no está interesado en nosotros, creemos que si un compañero terminó su informe con retraso fue solo para sabotear el trabajo del equipo …

En resumen, nos creemos capaces de saber lo que sucede en la mente de los demás. Efecto bola de cristal o error del adivino se llama. Estos supuestos son generalmente falsos. Y para colmo, llenan nuestra mente de expectativas poco realistas, malentendidos y tensiones.

Nadie puede estar en tu cabeza y tú no puedes estar en la cabeza de nadie. La mejor manera de garantizar que la otra persona puede satisfacer tus necesidades, y viceversa es expresarlas claramente y hacer tantas preguntas como sea necesario para asegurarte de que todos estéis entendidos.

Otro hábito del que deshacerse: proyectarte en el futuro. Imaginar cómo se desarrollarán los acontecimientos futuros, cómo sucederá, qué dirá, qué pensará y qué resultará de eso. Esto no hace nada más que agregar rigidez a las relaciones. Intenta abordar cada situación sin prejuicios, obtendrás flexibilidad.

4. Siempre haz lo mejor que puedas

Las instrucciones de este último acuerdos son simples: haz tu mejor esfuerzo. Siempre. Poniendo buena fe y buena voluntad.

En tus relaciones, esto significa no hacer demasiado, de lo contrario corres el riesgo de crear un desequilibrio en la relación que puede hacerte sentir triste o frustrado. Pero tampoco hagas muy poco, porque mantener buenas relaciones requiere esfuerzo, compromiso y energía.

Cuando sientes que estás haciendo tu mejor esfuerzo, también te sientes más tranquilo/a y alineado/a contigo mismo. Es una forma de cuidarse y obtener más satisfacción en tus relaciones.

Si logras aplicar estas 4 reglas simples que no son fáciles de implementar, tus relaciones serán más completas y armoniosas.

Autora: Lucia Rodríguez Brines

Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que.existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.

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