Psicología infantil y juvenil
Psicología infantil
La infancia es una etapa de desarrollo muy sensible en la que el niño necesita poner en marcha todos sus recursos para adaptarse al ambiente. En ocasiones, pueden surgir dificultades características de este periodo, así como problemas de aprendizaje, estrés y ansiedad que pueden persistir en la vida adulta incluso si no son detectados y tratados a tiempo.
Cada niño es único, así que conociendo sus rasgos individuales podemos ofrecerle los recursos óptimos para su desarrollo.
Para solucionar los diferentes problemas y trastornos de esta etapa, la psicología infantil realiza un diagnóstico y tratamiento incluyendo siempre un trabajo de cooperación con los padres.
Motivos de consulta en los que estoy especializada como psicóloga:
- Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH)
- Miedos infantiles
- Bullying. Acoso escolar
- Dificultad en la relación con los padres y/o hermanos
- Trastornos de Aprendizaje. lectura, cálculo, dislexia…
- Desadaptación emocional. Divorcios, cambios de residencia…
- Depresión Infantil, tristeza, retraimiento
- Celos de hermanos
- Trastornos de la eliminación, control de esfínters (enuresis, encopresis)
- Trastornos Generalizados del Desarrollo. Autismo, Asperger…
- Trastornos de alimentación infantil
- Trastorno de ansiedad infantil (fobias, obsesiones, estrés…)
- Problemas de conducta infantil (rabietas, mentiras, etc.)
- Evaluación de cociente intelectual y otras inteligencias
- Reeducaciones Infantiles
- Desarrollo de la autoestima, seguridad-autoconfianza, asertividad y habilidades sociales
- Técnicas de Estudio
- Tics Infantiles
- Asesoramiento a padres
Trastorno por Déficit de Atención Con y Sin Hiperactividad (TDAH)
Encabeza la lista como motivo más frecuente para solicitar asistencia psicológica.
En algunos casos, los niños pueden manifestar trastornos específicos como el Trastorno por Déficit de Atención que suele cursar con Hiperactividad, aunque este síntoma no siempre se expresa.
Los niños que presentan trastornos de atención pueden tener dificultades para controlar su conducta y su rendimiento escolar suele disminuir, lo cual significa un desafío para los padres, maestros y para ellos mismos.
El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un problema clasificado como de comportamiento, que describe a los niños que lo sufren como impulsivos, excesivamente activos y con baja capacidad para mantener la atención. No es un problema que involucre a la inteligencia, pues ésta se halla en rangos de normalidad o incluso superiores al promedio. En algunos casos, estos niños presentan también problemas de aprendizaje, sin producir necesariamente un trastorno de aprendizaje.
Miedos infantiles
En la infancia es frecuente experimentar diferentes tipos de miedos. Los niños pueden tener miedo a los ruidos fuertes, a los desconocidos, a estar solos, a los animales como arañas, ratones, perros…, seres fantásticos o de ficción como las brujas o los fantasmas, las inyecciones, ir al dentista, etc.
Los miedos en sí no constituyen un problema, ya que los preparan para afrontar situaciones peligrosas y estresantes con que ineludiblemente se encontrarán en su vida. Sin embargo, en algunos casos (alrededor del 5%), los miedos infantiles son de una intensidad tan elevada que se tornan una importante causa de sufrimiento para los pequeños, convirtiéndose así en fobias infantiles.
¿Cuándo hay que acudir a consulta?
Cuando el miedo causa ansiedad, ataques de pánico, y limitan y condicionan la vida de la persona es el momento de intervenir para ayudar a superar el problema.
Depresión infantil
La infancia feliz es un mito que no siempre se corresponde con la realidad. La tristeza y las preocupaciones de los niños no siempre son leves y transitorias. Los sentimientos de culpabilidad también puede ser intensos, a pesar que en la niñez no se sostengan grandes cargas de responsabilidad.
La depresión se define como un problema psicológico complejo cuyos aspectos principales son: estado de ánimo irritable, falta de motivación, alteraciones del apetito, del sueño, baja autoestima, pobre concepto de uno mismo, sentimientos de culpa, dificultad para pensar y concentrarse, ideas de muerte, entre otros.
El trastorno afecta a nivel personal (malestar físico,…), familiar (problemas en la relación con los padres…), escolar (descenso rendimiento académico…) y/o social (aislamiento..).
El tratamiento psicológico de la depresión infantil se basa en aplicar un tratamiento de amplio especto que incluye componentes conductuales, cognitivos y de autocontrol, que extinguen la depresión y producen un aumento de la autoestima.
Refuerzo educativo
En la actualidad, muchos alumnos requieren de un apoyo específico, refuerzo educativo, para lograr sus metas académicas. Las dificultades emocionales, baja autoestima u otros problemas como la dislexia, TDAH… pueden producir en niños y adolescentes insuficientes rendimientos académicos y requerir intervención.
También ocurre que cuando un niño experimenta dificultades para realizar los deberes y seguir el ritmo de la clase junto al resto de compañeros puede provocarle inseguridad, baja autoestima y problemas en casa.
El servicio de refuerzo educativo ofrece una ayuda profesional a los alumnos en las diferentes etapas educativas: Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato.
Se opera en coordinación con la familia y el centro educativo con la intención de establecer unos objetivos comunes, realizar un seguimiento de la evolución del alumno para ir dirigiendo los objetivos de la intervención hacia las metas más importantes para el alumno.
Buscando siempre que el alumno adquiera su propia autonomía en cuanto a tareas de estudio y aprendizajes académicos
¿Qué trabajamos con el Refuerzo Educativo?
-Organización de las tareas
-Mejora de la atención y concentración
-Preparación de exámenes y aplicación y adquisición de técnicas de estudio
-Desarrollo de aprendizajes instrumentales: lectura, escritura, matemáticas y habilidades básica de aprendizaje
-Desarrollo de autoestima y seguridad
-Relajación
-Y, en definitiva, madurar las habilidades académicas y de estudio
En caso que sea necesario para precisar los objetivos y determinar la intervención, se realizarán evaluaciones del rendimiento académico (valorar a nivel pedagógico adquisiciones y carencias), de aprendizaje, coeficiente intelectual, Inteligencias Múltiples (emocional,…etc) y diagnósticos clínicos de trastornos de aprendizaje (dislexia, discalculia,…), TDAH (Trastorno de Atención con o sin Hiperactividad) o Trastornos Generalizados del desarrollo (autismo…).
Técnicas de estudio
Estudiar no consiste únicamente en matricularse y asistir al aula. Estudiar implica mucho más: adquirir conocimientos empleando facultades del cerebro humano como la inteligencia, la memoria, la fuerza de voluntad, el autocontrol, habilidades de análisis, síntesis, de relacionar contenidos y procesos, etc. Para estudiar correctamente y lograr el éxito académico se necesita no sólo contar con la capacidad, sino también con las herramientas y recursos.
La inteligencia, aunque propicie el aprendizaje, no es la única variable que determina el éxito escolar. Se necesita también adquirir las técnicas de aprendizaje generales respaldadas por las investigaciones en los campos de la Pedagogía y la Psicología. Algunas de estas técnicas son la lectura, subrayado, esquema, tomar apuntes de forma eficiente, cronograma de estudio, entre otras. No es suficiente con conocerlas sino que se debe aprender a identificar para utilizar una u otra según la ocasión y aplicarlas en cada caso de forma apropiada y con buen dominio.
Habilidades sociales
La adquisición de las habilidades sociales es de mayor importancia en los primeros años de vida ya que en la etapa preescolar y escolarización primaria comienzan los procesos de socialización infantil.
Esta primera etapa de experiencias sociales determinan la manera de relacionarse del niño con sus padres, el grupo de iguales y el resto de figuras de su entorno social.
Para llevar un proceso de desarrollo emocional y cognitivo óptimo es necesario que el niño aprenda unas pautas de comportamiento que le permitan crecer adecuadamente en lo personal (autoestima, autonomía,…) y en lo interpersonal (saber establecer relaciones sanas de amistad, de familia, profesionales, etc.).
Si el niño presenta un déficit en el manejo de las habilidades sociales se puede acudir al psicólogo/a, que le ayudaremos primero identificando la causa de tal déficit (expresión de conductas inapropiadas, ausencia de aprendizaje, ansiedad condicionada, autoconcepto-autoestima, dificultad en discriminación de derechos asertivos,…) y seguidamente acompañándole en el proceso de adquisición de unas pautas adecuadas de habilidades sociales.
Dislexia
La dislexia se define como un trastorno de aprendizaje específico de origen neurobiológico. Concretamente las personas presentan conexiones débiles entre las estructuras encargadas de la codificación de las representaciones fonológicas y las estructuras encargadas de acceder a ellas.
Este trastorno altera el rendimiento escolar, aunque el alumno sea muy inteligente o muy creativo.
Para los disléxicos, la velocidad de procesamiento es lenta para leer y escribir, presentan poca precisión y fluidez en el reconocimiento de palabras, dificultad en el deletreo, falta de atención, lectura inexacta, inferencias en la lectura…
En los años de escolarización estos niños suelen sufrir estrés constante por sentirse incapaces de tener éxito en tareas académicas, y sentirse tontos por no poder hacer lo mismo que el resto. Se les tacha injustamente de vagos o de no tener interés. Por ello el primer paso para el abordaje de este trastorno es la comprensión por parte de padres, profesores, compañeros…el apoyo emocional es fundamental.
Existen múltiples intervenciones para la dislexia, pero lo más importante es el diagnóstico precoz para aplicarlas cuanto antes.
Trastornos del sueño
Los trastornos del sueño constituyen un problema común en la consulta clínica. Muchas veces los trastornos del sueño infantiles no resultan realmente importantes, pero otras representan motivo de preocupación para los padres, que no saben cómo afrontarlos. Por ejemplo, el insomnio infantil causado por hábitos incorrectos supone el trastorno más habitual entre los niños (más del 30% de la población infantil).
Los trastornos del sueño se clasifican en: disomnias (insomnio, narcolepsia, etc), parasomnias (terrores nocturnos, pesadillas, sonambulismo,…), trastornos del sueño relacionados con enfermedades psiquiátricas (relacionados con trastornos mentales) y otros trastornos del sueño (producido por una enfermedad médica…).
El estilo de vida de los padres y del niño suele ejercer un importante papel en la manifestación de este tipo de trastornos. Si los padres adquieren mayor conocimiento sobre el desarrollo del sueño y sobre rutinas cotidianas que dificultan un descanso adecuado pueden solucionarse gran parte de los problemas del sueño en la etapa infantil. Con breves intervenciones conductuales se solucionan otra parte importante de dichos trastornos.
La psicología infantil puede ayudar siendo válida y eficaz.
No dudes en contactar conmigo para cualquier duda o reserva de cita con el formulario de contacto. Estaré encantada de atenderte.
Psicología adolescentes o juvenil
La adolescencia es una etapa de desarrollo delicada ya que se produce mucha diversidad de cambios a nivel biológico, psicológico, neurológico y social, y en muchas ocasiones, surge la necesidad de trabajar distintas problemáticas, dudas, dificultades exclusivas de esta edad con el apoyo de un profesional de confianza, con quien se sientan comprendidos y que procure su mejor desarrollo.
Motivos de consulta en los que estoy especializada como psicoterapeuta:
- Autoestima y habilidades sociales
- Autocontrol emocional
- Dificultades escolares, bajo rendimiento escolar
- Problemas en las relaciones sociales
- Problemas en la relación con los padres
- Adicción a internet, móvil, videojuegos, etc.
- Problemas con la alimentación: anorexia, bulimia, obesidad. Aceptación del cuerpo
- Sexualidad
- Problemas de conducta (desobediencia…)
- Consumo de drogas
- Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH)
- Insomnio
- Bullying. Acoso escolar
- Trastornos de aprendizaje y técnicas de estudio
- Depresión
- Orientación Vocacional
- Adaptación a cambios: divorcios, cambios de residencia…
- Ansiedad y Estrés
Rendimiento escolar
Uno de los motivos de consulta más frecuentes es el rendimiento escolar, o nivel educativo eficiente. Existe una relación entre estado emocional y desempeño académico, por este motivo en terapia se requiere conocer en detalle la dinámica emocional del adolescente, así como el clima familiar u otros factores que puedan estar influyendo para poder diseñar estrategias de intervención que integren aspectos personales y familiares aumentando su autoestima social y escolar.
Técnicas de estudio
Estudiar no consiste únicamente en matricularse y asistir al aula. Estudiar implica mucho más: adquirir conocimientos empleando facultades del cerebro humano como la inteligencia, la memoria, la fuerza de voluntad, el autocontrol, habilidades de análisis, síntesis, de relacionar contenidos y procesos, etc. Para estudiar correctamente y lograr el éxito académico se necesita no sólo contar con la capacidad, sino también con las herramientas y recursos.
La inteligencia, aunque propicie el aprendizaje, no es la única variable que determina el éxito escolar. Se necesita también adquirir las técnicas de aprendizaje generales que están respaldadas por la experiencia y los fundamentos teóricos e investigaciones de los campos de la Pedagogía y la Psicología. Algunas de estas técnicas son la lectura, subrayado, esquema, tomar apuntes de forma eficiente, cronograma de estudio, entre otras. No es suficiente sólo conocerlas sino que se debe aprender a identificar la necesidad de utilizar una u otra según la ocasión y aplicarlas en cada caso de forma apropiada y con buen dominio.
Consumo de sustancias
En la etapa de la adolescencia es relativamente frecuente que los jóvenes puedan involucrarse con diversas drogas, legales o ilegales: alcohol, tabaco, cannabis…etc. A menudo los adolescentes no suelen ver claramente la relación existente entre sus acciones de hoy y las consecuencias en el futuro. Muestran una tendencia a sentirse invulnerables e inmunes ante los problemas que afectan a otros, creyendo que a ellos no puede pasarles.
Algunos jóvenes prueban algunas drogas y dejan de consumirlas o bien las consumen ocasionalmente sin llegar a producirse mayores consecuencias. Otros en cambio crean una dependencia, incluso de drogas más peligrosas, que pueden causar daños importantes a ellos mismos y a los demás.
El tratamiento psicológico en esta área se orienta tanto a hijos como a padres, ofreciendo a éstos últimos claras orientaciones para ayudar a los hijos. Como en algunos casos, los padres desconocen cómo actuar, pueden originar más conflicto y sus hijos pueden perder más el control sobre las sustancias.
Habilidades sociales
Muchos problemas psicológicos provienen del déficit en habilidades sociales: ansiedad o fobia social, depresión, esquizofrenia, agresividad, delincuencia…son psicopatologías en las que frecuentemente se utiliza el entrenamiento en habilidades sociales. Y es que el comportamiento social se puede cambiar y existen variadas formas de hacerlo.
Se definen las habilidades sociales como “la conducta que permite a una persona actuar según sus intereses más importantes, defenderse sin ansiedad inapropiada, expresar cómodamente sentimientos honestos o ejercer los derechos personales sin negar los derechos de los demás».
Una conducta socialmente habilidosa consta de dos aspectos:
- Contenido: Lo que expresamos y cómo lo expresamos
- Consecuencias (de refuerzo-aceptación o de castigo-rechazo): Las reacciones que nuestra manera de actuar genera en el entorno social
El proceso de entrenamiento en habilidades sociales conlleva la modificación de la conducta para alcanzar una mejora en las habilidades sociales: manejar y prevenir las respuestas de los otros ante nuestro comportamiento.
Terapia Habilidades Sociales
La terapia en Habilidades Sociales se concreta en diferentes aspectos que conducen al cambio:
- Asumir creencias realistas y adaptadas en referencia a los derechos personales y los de los otros
- Lo que se manifiesta a los otros debe ir en consonancia con la manera de pensar, para evitar conflictos con uno/a mismo/a
- Discernir entre conductas socialmente habilidosas y las que no lo son, es decir, entre una forma de comunicación asertiva, pasiva o agresiva
- Modificar creencias que frustran el logro de objetivos sociales y bloquean emocionalmente. Regular el nivel de ansiedad en las situaciones específicas que nos cuesta afrontar
- Aprender nuevas pautas adecuadas de pensar y comportarse socialmente en situaciones distintas de interacción social
Todo el proceso se inicia una vez realizado un estudio completo de cada joven, identificando cuáles son los factores conductuales, cognitivos y emocionales que están influyendo de forma negativa en el momento actual.
A continuación, diseño el tratamiento más adecuado en cada caso, incluyendo una diversidad de pautas, cambios de hábitos, técnicas y estrategias cognitivo-conductuales y potenciando recursos personales con el objetivo de que la sensación de malestar abra paso a la de dominio personal y bienestar.
Trastornos de personalidad
El individuo desarrolla y conforma su personalidad en el entorno familiar, y es la familia la que adquiere mayor importancia en la formación de ésta, ya que insufla los valores, normas y rutinas que en ocasiones pueden ser disfuncionales. La personalidad de cada individuo se forma también a partir de las creencias de la familia sobre lo que los demás piensan de ella o lo que cree acerca de sí misma.
La personalidad engloba las creencias acerca de nosotros mismos, los demás y el mundo que se expresan en nuestras acciones. Integra lo que pensamos, sentimos y lo que hacemos en todas las áreas de la vida cotidiana: personal, familiar, profesional y social.
Cuando estos procesos se alteran por diversos factores o se generan roles que son contraproducentes se pueden desarrollar problemas de personalidad. Pueden surgir trastornos de personalidad por disociación, dependencia, evitación, etc.
Trastornos de alimentación
En esta área las problemáticas son diversas y complejas, especialmente en su detección, ya que frecuentemente las personas que lo sufren experimentan culpa e procuran ocultarlo. El tratamiento suele ser dificultoso. Se han clasificado algunos trastornos de alimentación en:
- Anorexia: voluntad de reducir el peso corporal sirviéndose del ayuno, por temor a la obesidad. Se produce una distorsión de la percepción de sí mismo (de ahí la psicopatología) y no se aprecia el daño que uno se puede infligir
- Bulimia: trastorno similar a la anorexia en la voluntad de reducir el peso corporal. Su rasgo principal es la ingesta compulsiva y vómitos autoinducidos para evitar subir de peso. En ocasiones, hay personas que padecen ambos trastornos –bulimarexia- alternando períodos de ayuno y de sobre-ingesta y vómitos
- Obesidad: la obesidad puede ser el síntoma o la consecuencia de un problema de de origen psicológico o social. El tratamiento más indicado suele ser conductual basado en técnicas de autocontrol, promoviendo la adquisición de habilidad a la persona que le permitan reconocer y manejar su propia conducta, modificando los hábitos de alimentación y de actividad física. El trabajo terapéutico se centra, según el caso, en cambios de patrones de comportamiento pasivo-dependientes, complejo de inferioridad, autoestima, etc.
- Vigorexia: obsesión por tener un cuerpo perfecto. El trastorno se manifiesta como una dedicación al ejercicio físico excesiva especialmente anaeróbico, y conductas contraproducentes para la persona como uso de fármacos y dietas peligrosas