Terapia de pareja
Cada persona es un mundo, y la pareja es la unión de dos mundos esencialmente iguales aunque aparentemente diferentes.
La armonía consiste en la aceptación de las diferencias del otro respecto a nosotros, y el compromiso de esforzarse en no dejarse llevar por dinámicas destructivas, roles de poder y otras formas de sufrimiento sutiles y subyacentes en nuestras interacciones con la pareja.
Al inicio de una relación de pareja todo parece fácil porque estamos abiertos a recibir al otro con todas sus particularidades. A medida que pasa el tiempo, nos acostumbramos a tener pareja, entonces nuestras necesidades e insatisfacciones propias las proyectamos en la pareja y creemos que comete errores, que tiene nuevos e irritantes defectos que nos incomodan, y poco a poco, si no ponemos freno, podemos ir sintiéndonos solos en compañía.
En resumen, cuando aparecen conflictos, la pareja se vuelve poco comunicativa. Si se alarga en el tiempo sin poner solución, afectan a la estabilidad de la relación y a una convivencia armoniosa.
¿Cómo es la terapia de pareja?
El trabajo en terapia es abordar la relación de pareja (que es un tercer elemento en la pareja) más allá de ambos miembros. Se busca crear un espacio donde los dos miembros de la pareja puedan expresarse libre y sinceramente y profundizar en aquellas dinámicas que están potenciando el conflicto o el malestar, siempre acompañados por un entorno de seguridad.
El trabajo en consulta pone a disposición de la pareja recursos y habilidades para una buena y sólida comunicación, para atender las heridas más profundas y los conflictos sin resolver, y todo ello tiene un efecto en la mejora de la convivencia.
Este espacio de Psitam Psicología favorece la escucha y comprensión de las dos partes de la pareja a través del diálogo y promueve circunstancias para que cada miembro se exprese y manifieste su demanda y percepción de la situación.
¿Cuáles pueden ser los motivos de consulta?
-La comunicación no fluye, no se comparte apenas diálogo y carece de escucha atenta
-Hay malestares de convivencia, frustraciones, menosprecios…
-Hay poblemas para expresar emociones, cariño o poca sinceridad
-Desequilibrio en responsabilidades (en el ámbito amoroso, de convivencia, económico, etc)
-La sexualidad es motivo de incomodidad e insatisfacción frecuente
–Celos, desconfianza o infidelidades que merman la relación
-Problemas con los hijos, enfermedades o hechos traumáticos que influyen a la pareja
-Ausencia de motivación y de ilusión por hacer cosas juntos
El proceso incluirá trabajo tanto durante el tiempo en consulta como en casa, mediante tareas y ejercicios para avanzar en los objetivos marcados por la pareja.
La psicóloga guía y acompaña mediante sus conocimientos y recomendaciones para favorecer la comunicación, la comprensión de la situación y la empatía entre los miembros de la pareja, tanto si deciden permanecer unidos como si concluyen que prefieren caminar por separado.
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Problemas área comunicación:
La comunicación es la piedra angular de una relación de pareja. Nos permite expresar nuestros sentimientos, emociones y anhelos y su ausencia debilita la relación.
Por un lado, las habilidades de comunicación de la pareja se deterioran con el desarrollo de problemas.
Por otro lado, el origen de gran parte de los problemas de pareja es un déficit de comunicación o una comunicación disfuncional. Ejemplos de déficits que podemos encontrar en la comunicación son: inhibición de la expresión por miedo a posibles consecuencias de la pareja, poca capacidad de escucha del mensaje del otro, rechazo para reconocer y recibir mensajes positivos, hacer generalidades y etiquetaciones (por ejemplo: “quisiera que fueses más limpio” no es preciso, lo óptimo es concretar qué se necesita y se busca: “me gustaría que limpiaras los tarros de la cocina”).
Hay dos componentes en la comunicación: verbal y no verbal. Si éstos no coinciden causan confusión en la otra persona. Así pues, requieren una atención específica.
También existen diferentes estilos comunicativos y tendencias a la hora de comunicarnos. Estos estilos comunicativos se pueden observar en la vida cotidiana de la pareja y suele ser el foco de atención para iniciar una mejora de la comunicación en la pareja. El estilo óptimo es la asertividad, y la pareja debe entrenarse para adquirirlo y desarrollarlo si desea lograr una armonía; por ejemplo: expresar y recibir mensajes tanto positivos como negativos, ser capaces de hacer peticiones de un modo adecuado, defender los propios derechos y la escucha activa.
En la terapia de pareja se pueden resolver las carencias comunicativas de forma relativamente sencilla. Está comprobado que una relación de pareja con una buena comunicación afrontará mejor situaciones de crisis de forma más efectiva.
Problemas área sexualidad
En ocasiones un miembro de la pareja o ambos manifiestan cierta insatisfacción con su vida sexual. La terapia de pareja trata de conseguir una vida sexual más satisfactoria y completa, básicamente incrementando y mejorando tanto los aspectos cognitivos como las conductas motoras implicadas en la vida sexual. En el caso de parejas que presenten alguna disfunción sexual o parafilia se aplicará un tratamiento específico para estos problemas.
En terapia de pareja se trabaja por ejemplo: la ampliación del repertorio de conductas sexuales de la pareja, tanto cognitivas como motoras, generar mayor comunicación emocional en la pareja en relación a la sexualidad, ofrecer información acertada sobre sexualidad, eliminar mitos sobre ésta…etc.
Resolución de problemas:
En terapia de pareja se trabajan las habilidades para enfocar los problemas de una forma adecuada y para poder resolverlos entre ambos miembros de la pareja, tomando decisiones conjuntamente.
Se busca una orientación hacia los problemas que favorezca el acercamiento conjunto a soluciones efectivas.
Los contenidos de la terapia de pareja en esta área son: la mejora de la capacidad de resolver conflictos en la pareja, aprender a definir bien los problemas (para así orientar a la solución más adecuada), aumentar la implicación en tomar decisiones conjuntamente,…etc. El resultado final es adquirir las habilidades de resolver los problemas de pareja de una manera adecuada en situaciones futuras.
Infidelidad:
Cuando sucede una infidelidad en la pareja, puede vivirse como una traición, como un ataque a la confianza de la relación. Y más allá del sentido de traición, pueden aparecer dudas sobre los propios atractivos, méritos y valía (“creo que de algún modo he fracaso”, “parece que nadie me necesita”) que se abordan en el trabajo terapéutico.
Es frecuente la creencia de que una infidelidad significa el final de la relación de pareja. Pero considerándola con perspectiva, si bien una infidelidad es importante, pero no es el único determinante del destino de una relación. La pareja no debe dejarse llevar por normas sociales que impongan una forma de actuar, cada pareja tiene derecho a establecer qué consideran aceptable y no en su relación.
Cuando la infidelidad es un síntoma de un conflicto en el matrimonio, el psicólogo/a ayuda a la pareja a desentrañar sus problemas y reducir así la probabilidad de ocurrencia de nuevas infidelidades.
La terapia de pareja suele ser más útil si no se centra solamente en la infidelidad, sino en fortalecer los vínculos de la pareja, sobretodo la comunicación. En la terapia de pareja que llevamos a cabo en Psitam se trabaja el problema de infidelidad simultáneamente con otros componentes implicados en la relación de pareja, ya que observamos que es el modus operandi que ofrece mejores resultados a largo plazo. La confianza y el perdón serán aspectos básicos para trabajar concretamente sobre la infidelidad.