Alta sensibilidad: 12 secretos para cuidar tu relación

Tómate un tiempo, date un espacio para conocerte, atrévete a ser natural … ¡Cada pareja conoce los pequeños retos a superar en el día a día para que cada uno se sienta bien! Pero cuando estás estresado/a, a veces es un poco más difícil saber cómo actuar en pareja y cuidar tu vida amorosa. ¡Aquí están los 12 secretos para los hiperempáticos para ayudarlos a vivir mejor juntos!

1. Regálate momentos de soledad para relajarte y meditar

Para los hiperempáticos, tener tiempo a solas no es un lujo, sino una necesidad absoluta. Necesita encontrar el equilibrio adecuado entre el tiempo que dedica a sí mismo y el tiempo que pasa con los demás. Con regularidad, date una hora para relajarte. Además, acostúmbrate a tomar algunos descansos durante el día. Explícale a tu pareja por qué estos momentos de relajación son vitales para ti. Además, estos descansos nos dan el espacio necesario para hacer balance, especialmente sobre cualquier tema de tu relación, lo que luego facilitará la comunicación con nuestra pareja. También puedes tomarte un tiempo para estar solo siendo dos: no necesariamente quieres estar solo, sólo quieres que te dejen solo/a. Si se lo explicas amablemente a tu pareja, no se sentirá rechazado ni ofendido.

Hay diferentes formas de resolver el clásico problema de la necesidad de estar a solas. Entonces, durante una de mis giras promocionales, cuando al final del día estaba exhausto de haber pasado por tanta gente, mi pareja me llamó a mi habitación de hotel y nos comunicamos en silencio. Estuvimos felices de compartir este momento de calma. Fue genial sentir su presencia sin tener que hablar. Aunque nos adoramos y él es muy cariñoso, todavía nos enfrentamos a problemas específicos relacionados con mi naturaleza hiperempática. La propia naturaleza de una relación romántica requiere compromiso y sacrificio de ambas partes, pero nunca a expensas de nuestra alma. Es fundamental Hiperempatía: 12 secretos para cuidar tu relación

2. Comenta cuánto tiempo quieres dedicar a tu vida social

Los hiperempáticos, especialmente los introvertidos, tienen menos habilidades sociales que aquellos que no son igualmente sensibles. Nos gusta mucho estar solos cuando otros prefieren estar en buena compañía. Como me explicó una vez un paciente, “Prefiero ver una serie en Netflix que ir a una fiesta. Otro me dijo: “Amo a la gente, pero la idea de renunciar a mis tiempos de soledad me asusta. Es como si dejara de respirar. Por otro lado, si tengo demasiado tiempo libre, me siento desconectado del mundo. Estas palabras ilustran la importancia de encontrar el equilibrio adecuado en su vida social, especialmente si su pareja no es hiperempática.

Una clienta muy empática me contó que en un crucero con su pareja, un día él disfrutó cenando en grandes mesas con pasajeros. Ella, por otro lado, encontró estos momentos compartidos con tantas personas demasiado difíciles. Durante unos días, su pareja tuvo que quedarse en su cabaña porque estaba enfermo. Ella, cenó sola, lo que le resultó sumamente agradable. Muchos pasajeros lo invitaron a unirse a ellos. “Me imagino que me estaban compadeciendo”, me explicó. Pero declinó cortésmente su invitación, porque realmente disfrutó esos momentos de soledad. No mucha gente entiende esto, pero ahora su pareja respeta este lado de su personalidad.

3. Negocia y haz ajustes para adecuar tu espacio

Es necesario tener una habitación donde puedas aislarte. Determina el espacio que necesitas y establece las reglas con tu pareja. ¿Cuál sería el mejor arreglo? ¿Un lugar propio donde poder retirarte a tu antojo, por ejemplo, tu propio baño?, ¿Una o más habitaciones propias, o incluso un apartamento separado? Cuando viajan juntos, pueden optar por habitaciones contiguas con baño privado.

También considera los olores y los productos químicos que podrían molestarte de tu entorno, ya que probablemente tengas un sentido del olfato muy agudo. Comparte tus preferencias. Por ejemplo, es posible que necesites que renuncie a su loción para después del afeitado o incluso a las fragancias corporales sintéticas o los aceites que pueden resultarle inconvenientes, a diferencia de los aceites esenciales.

4. Considera dormir en camas separadas o un dormitorio separado

Dormir con tu pareja no debería ser una obligación. De niños, dormimos solos, y de adultos, durante la noche, se supone que compartimos nuestra cama. Este cambio es difícil para muchos hiperempáticos. Se trata ni más ni menos que de un constructo social que no conviene a todo el mundo. Es cierto que la mayoría de las veces, a las parejas les gusta compartir la misma cama, pero algunas personas hiperempáticas nunca se acostumbran. Incluso si nuestra pareja es muy atenta, preferimos tener nuestro propio espacio, en su defecto una gran cama de matrimonio o dos camas individuales que se toquen entre sí. Esto permite que ambos miembros de la pareja ocupen todo su espacio sin molestar al otro.

Si tu pareja no es tan sensible como tú, es posible que se sienta sola y tenga que dormir sin ti, así que podéis acordar por ejemplo, puede decidir dormir juntos cuatro noches a la semana y solos el resto del tiempo. Una clienta mía hiperempática le explicó a su esposo que prefería que él no la abrazara en toda la noche. La proximidad física constante no siempre es del agrado de los hiperempáticas. Otra mujer que conozco encontró otra solución a este problema. Cuando ella y su esposo duermen en cucharita, ella se para detrás de él. Disfruta del intercambio de energía que le brinda esta posición. Pero cuando eso es suficiente para ella, se da la vuelta para terminar la noche sin estar pegada a su marido ni encontrarse contra el borde de la cama sin suficiente espacio para ella.

Las personas con hiperempatía suelen tener el sueño ligero. Una pareja que ronca o se mueve mucho puede molestarnos fácilmente. También es posible que necesitemos dormir más que nuestra pareja y nos moleste cuando se interrumpe el ciclo del sueño.

A algunas personas hiperempáticas les gusta irse a la cama tarde porque el único momento en que pueden tener algo de tiempo para sí mismas es cuando su pareja e hijos están en la cama. Si éste es tu caso, explícaselo a tu pareja, para que comprenda por qué no te vas a la cama a la misma hora que él.

5. Concéntrate en un problema emocional y evita repetirte

Los hiperempáticos a menudo enfrentan múltiples problemas emocionales al mismo tiempo, lo que puede ser agotador para ellos y su pareja. La mejor manera de comunicarse con tu pareja es abordar sólo un problema a la vez. Mi compañero dice que siente que su cerebro se ve presionado cuando le hago demasiadas preguntas a la vez, o cuando me repito para insistir en un punto. Los hombres suelen adoptar un enfoque pragmático y les gusta ayudar. Si les preguntamos demasiadas cosas en una conversación, es posible que sientan que nunca llegarán allí. Por ejemplo, si le dices de una vez: “Estoy enfadada por la forma en que mi jefe me trató hoy”, seguido de “Apaga la televisión porque estoy de los nervios”, y seguido inmediatamente de “Puedes dame una mano cargando las bolsas de la compra ”, para terminar con“ ¿Por qué no me escuchas cuando estoy molesta? Lo bombardeas con demasiada información a la vez. Recuerda que los hiperempáticos necesitan estar solos para descomprimirse después de un conflicto. Tómate un momento para calmarte, reflexionar sobre tus problemas y recuperar tu equilibrio interior.

La mejor manera de comunicarse con tu pareja es abordar sólo un problema a la vez

6. No te tomes las cosas como algo personal, incluso cuando sean personales

En un camino espiritual, es un principio exigente, que requiere mucho esfuerzo pero fundamental para preservar la armonía de la relación y la buena comunicación. Trata de ser menos receptivo a los comentarios, de modo que no te sientas herido con tanta frecuencia o con tanta intensidad.

Autora: Lucia Rodríguez Brines

Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.