Sueños lúcidos
¿Qué se sabe de los sueños? ¿por qué nos parecen tan reales mientras dormimos? ¿sueñan diferente hombres, mujeres y niños? ¿qué son los sueños lúcidos?
Una investigación concluye que casi la mitad de los encuestados tiene con más o menos frecuencia sueños tan reales que cuando se despierta tarda unos minutos en darse cuenta de que sólo ha sido eso, un sueño…
Conciencia: estado de vigilia y estados alterados de conciencia
El estar dormido o despierto corresponde a un estado de conciencia distinto.
La psicología define la conciencia de vigilia (cuando estamos despiertos) como conocimiento: cualquier cosa de nuestro ambiente que atendemos y a lo que respondemos justo en el momento.
A cualquier momento del día estamos expuestos a una amplia variedad de estímulos del exterior y a toda clase de sensaciones internas (calor, frío, dolor, equilibrio…) además de una selección de pensamientos, recuerdos, emociones y necesidades. Nuestro cerebro selecciona solamente lo que parece más importante en el momento aunque registre todo lo demás. Es como la imagen del iceberg que asoma únicamente una porción diminuta a la superficie del mar (mientras que los pensamientos, sentimientos, metas y recuerdos que no prestamos atención en el momento están “sumergidos”, no son conscientes).
La principal diferencia entre el estado de vigilia y los demás estados de conciencia (naturales: dormido, soñando, meditando… y especiales o artificiales: drogas, hipnosis…etc) estriba en que en los estados alterados de conciencia estamos distanciados del ambiente externo.
Sueños
Los psicólogos definen lo sueños como experiencias visuales y auditivas que nuestra mente crea mientras dormimos. La persona promedio experimenta cuatro o cinco sueños por la noche (esto equivale a dos horas del tiempo total que permanecemos durmiendo).
¿Qué soñamos?
Las personas varían mucho en lo que sueñan. Sin embargo, se pueden identificar algunos patrones frecuentes. Por ejemplo, los hombres sueñan más a menudo con armas, personajes no familiares, personajes masculinos, interacciones agresivas, en cambio las mujeres es más probable que sueñen que son víctimas de una agresión.
Fases del sueño
En 1953, la fisióloga Nathaniel Kleitman y Eugene Aserinsky realizaron una investigación fascinante que permitió acercarnos más a la comprensión del sueño y abrió nuevas líneas de investigación en este campo.
Lo que descubrieron fue que mientras dormimos experimentamos periodos secuenciales de movimientos rápidos de los ojos. A esta fase del sueño la denominaron REM –Rapid Eyes Movements– y también se la conoce por sueño paradójico. Kleitman y Aserinsky también demostraron que:
Las personas recordamos con mayor viveza nuestros sueños si nos despertamos en la fase REM.
Al quedarnos dormidos nuestro cerebro primero “desciende” (como un submarinista se zambulle y adentra en la profundidad del océano) por los niveles I,II,III y IV del sueño (etapas No-REM). (El cerebro funciona aquí en ondas teta y delta –las cuales recrean oscilaciones lentas que generan un sueño profundo), para después a continuación escalar por las mismas fases en sentido “ascendente” (IV, III, II y I) hasta alcanzar la fase REM del sueño (90 min. después de dormirse) –la fase más cercana a la vigilia (a la superificie del mar)-.
Este ciclo lo vamos repitiendo durante la noche, con distinta duración de cada una de las fases.
En resumen…
- Cuando dormimos comenzamos con un sueño ligero, descendiendo a través de “varios niveles” hasta alcanzar el sueño más profundo, 30 o 40 minutos después.
- Entonces volvemos a pasar por las mismas etapas en sentido inverso hasta llegar a la capa más superficial (en la que casi nos despertamos) y entrar a continuación en la fase REM, 90 o 100 minutos después de haber conciliado el sueño.
Sueño REM
La fase REM se denomina también sueño paradójico porque coexisten signos de gran actividad fisiológica (casi tanta como en la vigilia): movimiento ocular rápido o REM, aumento del ritmo cardíaco, presión arterial y ritmo respiratorio, erección del pene en los hombres y lubicración vaginales en la mujer…etc, con otros signos como la parálisis muscular (que previene de que el soñador represente su fantasía nocturna).
Durante la actividad onírica de la fase REM acontecen tres procesos cerebrales:
- Primero, nace la actividad del tallo cerebral (tronco del encéfalo) e instiga reacciones en las áreas emocionales y visuales del cerebro;
- Segundo, se “desconectan” las áreas nerviosas encargadas de recibir estímulos externos, de controlar el movimiento y de realizar análisis lógico;
- Tercero, el cerebro segrega acetilcolina, un neurotransmisor que despierta el córtex adormecido y crea los sueños.
Lo que vivimos como resultado es una auténtica “alucinación” favorecida por fuertes emociones.
Por un lado, para poder soñar las áreas visuales del cerebro trabajan mucho, así como el tálamo, la amígdala y el tronco del encéfalo, lo cual explica la gran carga emocional y fuerza de las imágenes oníricas. Por otro lado, la corteza prefrontal, precursora del pensamiento lógico y analítico, y la corteza parietal, que coordina las sensaciones somáticas y el control del movimiento, apenas trabajan. Esto explicaría la irracionalidad y surrealismo inherentes a los sueños.
Sueños lúcidos
Qué son los sueños lúcidos
Ocurre cuando el durmiente se sabe soñando, sabe que es un sueño. A las imágenes subjetivas del sueño se añade un observador objetivo. Incluso puede interferir voluntariamente en el desarrollo de los acontecimientos de sus sueños.
Los sueños lúcidos es un fenómeno que continúa fascinando a la neurociencia, que se esfuerza en estudiarlo a pesar de los obstáculos que impone la imposibilidad de provocarlos en personas que no los suelen experimentar.
¡Personajes célebres que experimentaron sueños lúcidos gracias a los cuales concebieron un invento u obra literaria hay diversos! Por ejemplo, la obra de Frankenstein de Mary Shelley nació de su mente onírica, y la serpiente mordiéndose la cola que visionó en sus sueños el químico August Kekule le sirvió de inspiración para descubrir la estructura en forma de anillo del benceno. También Carl Jung, psicólogo psicoanalista, vio en sus sueños varias figuras arquetípicas que, según él, surgían de lo que él denominó inconsciente colectivo, un océano subconsciente de símbolos y metáforas compartidas por toda la humanidad.
En el budismo tibetano, existen prácticas del “yoga del sueño” ideadas para ayudar al practicante a mantener una conciencia lúcida mientras se duerme y para tener lucidez en el estado de sueño. Otras tradiciones y culturas milenarias han perseguido el mismo objetivo valorando los sueños lúcidos como sueños especiales que permiten obtener información para curar, solucionar problemas o predecir el futuro.
Aquí os dejo un documental muy interesante sobre los sueños (del programa Redes) para quien desee adentrarse más:
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