¿Cómo dejar de perder el tiempo?

Utiliza tu mente para ser “egoísta” y pensar en ti. A menudo nos dispersamos atendiendo a cuestiones relacionadas con los demás (conversaciones pendientes, preocupaciones poco sustanciosas en relación a nuestro círculo de amistades y allegados…). Esto no significa no cuidar a los demás, sino utilizar el enfoque de la mente para uno/a mismo/a. Sólo así nos sentimos lo suficientemente bien como para poder regalar momentos de calidad a los demás.

.1 Desconecta tu móvil unas horas (una baño de silencio mental)

La adicción a los teléfonos es un secreto a voces. Es obvio que tenemos un problema con estos aparatos. ¿Por qué es un problema? aumenta por 1000 los rasgos de impulsividad y falta de control de nuestro carácter. Esto acrecienta los vaivenes emocionales. Promueve la dependencia y la sensación de “vacío interior”. Nos produce embotamiento (ya sea debido a la información que consultamos o a la exposición a campos de radiofrecuencia que emplean estos aparatos).

.2 Concéntrate en lo que es importante: cuidarte

A menudo nos olvidamos. de cuidar de nosotros mismos, perdiendo nuestro eje y centro.

El cuidar de un@ mism@ es una tarea de cada día que no sólo incluye la higiene personal, la alimentación o el ejercicio físico. En mis consultas de psicología siempre aconsejo cultivar otras áreas de auto cuidado para mantener, cultivar o recuperar la salud mental y emocional.

.3 Procúrate un control de lo que entra en tu mente

Estamos sobrestimulados y sobredistraídos. Cuando se trata de ponernos. a trabajar ,etc, no rechazamos siempre el hecho de trabajar sino el estar inmersos en una multitud de estímulos que nos distraen y nos impiden disfrutar y concentrarnos en el trabajo.

Por eso debemos procurarnos un control de los estímulos que se hallan presentes en nuestro lugar de trabajo, estudio…

Primer paso : identificar aquello que favorece y que no favorece tu concentración (música relajante? ¿poca iluminación? ¿aromas relajantes? ¿temperatura de la habitación adecuada? ¿orden y limpieza? ¿silencio? ¿estiramientos o técnicas de relajación?…)

Segundo paso: anotar una especie de lista (como un protocolo) con 4 indicaciones que te ayuden a recordar controlar estos estímulos antes de trabajar, estudiar etc. (Si sabes por ejemplo que pierdes el tiempo si tienes el móvil cerca o tienes constantes interrupciones, puedes intentar controlar estas variables alejando el móvil de la habitación o advirtiendo que no te interrumpan durante X tiempo).

Para no perder el tiempo… ocúpate de ti (no más preocupaciones)

NO PIENSES. ACTÚA. SI ERES DE DAR MUCHAS VUELTAS A TODO…. SÓLO PIENSA EN ACTUAR. TE PUEDES DECIR: “HAZ. NO PIENSES. MUÉVETE. MUEVE LA ENERGÍA. HAZ COSAS.” No como un intento de no parar sino como un método de no “apalancarse pensando” en lugar de resolver directamente por medio de la acción.

Cuidar de ti: base de la autoestima

Hay algunos aspectos que no son tan divulgadas por medios de promoción de la salud pero son igualmente importantes para sentir que no pierdes el tiempo y que aprovechas al máximo tu día sacando lo mejor de ti:

Se trata por ejemplo de cuidarse a nivel físico en : ejercicio físico, alimentación y descanso (las básicas), pero cuidarse a este nivel también incluye: chequeos médicos, medicinas alternativas (vitaminas, medicina natural…), vacaciones (desconectar un par de días en ocasiones es suficiente para soltar la presión y retornar con pilas cargadas), masajes (concederse un tiempo para un auto masaje o una terapia de masaje).

Sucede que en ocasiones hace un tiempo que hemos abandonado buenos hábitos que poseíamos (antes dormías una siesta, o dabas un paseo al amanecer, o llevabas una rutina deportiva…). Se trata de recordar y recuperar aquello que te funcionaba e integrarlo de nuevo.

También en ocasiones simplemente no nos hemos cuidado a estos niveles y nos conviene promover unos objetivos concretos de auto cuidado a este nivel (una vez al mes marcharé un fin de semana a la montaña a desconectar o trabajar; iré al gimnasio 4 días en semana,  etc).

Otro nivel es el nivel relaciones. 

Aquí solemos fallar bastante las personas cuando sufrimos de auto exigencia, presión, baja autoestima, estrés laboral… y cualquier afectación del ánimo. Incluye el contacto con seres queridos, círculo de amigos, recuperar viejas amistades, disfrutar en compañía, ocio, … debemos cada día considerar tener contacto de calidad, reír juntos, telefonear, contactar con amistades, amigos, familia…

Otro nivel es el nivel psíquico emocional.

Aquí hablamos de cuidar la mente: practicar yoga, Pilates, meditación… contemplación, relajación... también realizar nuestras aficiones, o aquellas cosas que disfrutamos y que nos hacen sentirnos felices y “sueltos”. Si cada día procuramos practicar una disciplina de la mente y a al vez el mismo día llevamos a cabo alguna actividad que nos hace felices, sentiremos mucha energía equivalente al redbull o café, ya que nuestra energía se enfocará adecuadamente en lo auténtico y lo útil.

Como dice Lucille Ball: “Ámate a ti mismo/a primero y todo lo demás se ordenará sólo”.