Existen 5 fases catalogadas para el proceso de duelo por un divorcio:
En primer lugar nos situamos en una fase de….
1. Negación y aislamiento
De entrada, no asumimos la ruptura, nos cuesta encajar la idea de un cambio tan brusco. Es habitual negar la realidad o no terminar de asimilarla e incluso emprender intentos por recuperar la relación. El pronóstico de esta etapa es que no se prolonga mucho, la persona simplemente se comporta de esta forma como mecanismo de protección.
A nadie le gusta sentirse rechazado, y el dolor de una ruptura de un matrimonio es tan grande que cuesta asimilarla. En este caso, es vital que la persona comprenda sus emociones y sea consciente de lo que ha ocurrido en su relación matrimonial. Así puede comenzar a cerrarse de forma sana la experiencia. Es necesario también ser objetiv@ para lograr una visión lo más realista posible de lo que está ocurriendo y de la relación (no demonizar al otro, no anticipar consecuencias catastróficas del divorcio, etc).
2. Fase de ira
Cuando la persona deja de negar lo que está ocurriendo, y se da cuenta de lo que ha sucedido en la relación, puede sentir una inmensa cólera, una ira muy intensa que proyecta hacia la otra persona o hacia sí mism@. Si en la fase anterior no quería ver lo que estaba ocurriendo, ahora la impotencia puede apoderarse de la persona por los sucesos que han tenido lugar tanto en la relación como en la ruptura, y suele culpar a la otra persona de lo que ha sucedido. El resentimiento y deseos de venganza son propios de esta fase, por eso se requiere ser conscientes de que este sentimiento de odio forma parte de esta etapa y con el tiempo se irá disipando.
3. Fase de negociación
La fase de negociación también puede es complicada si no se gestiona de forma apropiada, porque la persona intenta comprender los motivos de la separación y puede excederse en intentar comprender a la expareja. En este sentido, puede conducirle a un acercamiento para intentar recuperar lo que había entre los dos. La situación puede empeorar, incrementándose sentimientos de rechazo, abadono, baja autoestima, resentimiento, etc.
4. Fase de depresión
La tristeza se apodera de la persona ya que comienza a asimilar que la relación es irrecuperable y debe dejar atrás a la persona que tanto ha amado. La razón empieza a dominar por encima de las emociones y la persona empieza a ser objetivo y realista. La tristeza le invade por perder a alguien tan importante para él o ella.
5. Fase de aceptación
Con el tiempo, la persona se ha acostumbrado a la pérdida y ha entendido lo que significó la relación pasada. Ahora puede mirar hacia el futuro con optimismo al aceptar que todo acabó y que lo que no pudo ser ya no será. Ya no busca estar con la otra persona y se siente bien consigo mismo/a. Está listo/a para conocer a nuevas personas.
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