Qué es la fobia social
El término fobia etimológicamente significa “miedo”. Fobia social es un tipo especial de trastorno de ansiedad. En post anteriores comentamos que la ansiedad es una emoción natural, que acude para ayudarnos a reaccionar ante peligros REALES que amenazan nuestra supervivencia (serpientes, accidentes, etc). En la fobia social se produce un trastorno porque el estímulo que nos asusta no supone ningún peligro, pero nuestro cerebro ha generado un miedo CONDICIONADO.
¿Cuándo se convierte en trastorno de ansiedad?
Hablamos de trastorno de ansiedad cuando el estímulo que nos asusta es:
- injustificado por la neutralidad del peligro (no es peligroso)
- desmedido (lo experimentamos más intensamente de lo que deberíamos)
- influye demasiado en nuestra vida cotidiana de forma innecesaria, y nos reduce nuestra capacidad de acción y disfrute
ES NORMAL Y ESPERABLE que ante la situación de conocer personas nuevas las personas experimentamos cierta ansiedad e inseguridad, pero una vez roto el hielo, la mayoría de personas se encuentra a gusto.
Sin embargo, las personas que padecen fobia social experimentan un elevado rango de ansiedad en estas situaciones (superior a la reacción habitual y genérica de la población). Se producen signos físicos como sudor, temblores, rubor, etc, que nos hacen sentir inseguros en situaciones de contacto social. En lugar de convertirse en una experiencia agradable y reforzante, se convierte en un mal trago, y poco a poco lo vamos evitando a toda costa.
La consecuencia principal es que siendo la necesidad de contacto social una necesidad básica del ser humano (evolutivamente estamos preparados para ello) se produce una gran insatisfacción y frustración. La persona renuncia a formar parte de grupos sociales y la consiguiente valoración y apreciación social se ve disminuida, lo cual repercute en su autoestima.
¿Cuáles son los síntomas clave en la fobia social?
- Preocupación por ser el centro de atención cuando nos topamos con alguna persona
- Miedo de que alguien nos mire y vea lo que estamos haciendo
- Miedo a ser presentado ante otra persona
- Miedo a comer o beber en público
- Dificultades para desenvolverse en tiendas y administración
- Terror a dirigirse a un público o a un grupo de amigos
- Rechazo a realizar llamadas de teléfono y hacer gestiones
- Miedo a hacer reclamaciones (inclusive si se tiene razón y el derecho de hacerlo)
- Las fiestas son un tormento y el comportamiento de la persona que padece fobia social consiste en situarse cerca de la puerta o encargarse de tareas que le permitan huir de la situación
- Tendencia a evitar espacios cerrados donde hay multitud de gente (transporte público, congregaciones de personas en eventos, etc)
- Sensación irracional de que todos nos observan y nos desvalorizan
- Miedo a que nuestras intervenciones (palabras, gestos, comentarios…) parezcan ridículos o inadecuados. Miedo a ‘quedarse en blanco’
Algunas personas que padecen fobia social beben alcohol para sentirse más seguros y deshinibidos.
La fobia social se presenta cada vez que tenemos que ser el centro de atención o si nuestra profesión conlleva exponerse a personas desconocidas frecuentemente (vendedores, maestros, artistas….) y/o hablar en público.
Algunas personas con fobia social están más sensibilizados al miedo a entablar relaciones con el sexo contrario, lo cual dificulta en gran medida conseguir pareja (por ejemplo Raj, uno de los personajes de Big Bang Theory).
El miedo, la raíz de los problemas ansiosos, se alimenta de:
- Los estímulos fóbicos (estar en una situación social que nos produce miedo)
- La anticipación (imaginar las situaciones que podrían pasar y experimentar miedo ‘como si’ pasaran realmente los acontecimientos temidos)
- los mecanismos de evitación (el ALIVIO de huir de la situación AUMENTA el miedo, perpetuando la FOBIA). Por lo tanto las conductas de ‘cautela’ como esconderse, hablar poco, cruzar la acera, etc. Producen un incremento del miedo. En lo sucesivo experimentaremos MÁS miedo.
- La autocrítica (frases tipo “pareceré tonto/a”, “debería hablar pero no sé qué decir”. “estoy haciendo el ridículo”, “me consideran idiota”, etc.).
- La falta de práctica en comunicarnos (igual que la falta de ejercicio). Si nos expresamos poco dificulta aprender y que se convierta en algo fácil y creativo
- El círculo vicioso que generan las experiencias negativas: como lo hemos pasado mal una vez nos asusta que la siguiente sea igual o peor. Esta creencia hace de profecía que se cumple si nos empeñamos en ella y nos lleva a estar más ansiosos la próxima vez, con lo que nuevamente alimentamos el miedo para la siguiente vez
- El hábito de ‘repasar’ y ‘rumiar’ los hechos: no haber sido capaces de actuar con la misma soltura que los demás (la persona con fobia social tiende a fijarse en la persona más popular para compararse con ella) nos genera ansiedad e insatisfacción personal, recordando cada uno de los detalles del propio comportamiento que hayan sido penosos, y nos llegan por inspiración las palabras y acciones que DEBERÍAMOS haber dicho o hecho
- A base de percibirnos como torpes, inseguros, poco interesantes, etc, un número elevado de veces, entramos en la creencia de ‘no valgo nada’, con lo que ya ni osamos aspirar a las cosas sanas y agradables que los demás nos parece que sí que tienen derecho a tener (amor, admiración, amistad). Esto puede influir muchísimo en nuestras decisiones (el tipo de pareja, proyectos profesionales o personales, etc.) .
El ataque de pánico lo complica más
El nivel de ansiedad va creciendo a medida que añadimos pensamientos negativos del tipo “esto es horrible” “me siento atrapado”, etc, hasta desembocar en un ataque de pánico, en que durante unos minutos la persona experimenta sensaciones como estar en graves apuros, casi sintiendo que se muere (todo el cuerpo se pone en estado de alarma como si un grave peligro estuviera acechando, lo cual todavía genera más alerta en la persona que percibe ese estado, manteniéndose así el pánico).
Prevalencia
1 a 2 de cada 1000 hombres y de 2 a 3 de cada 1000 mujeres sufren fobia social o ansiedad social. Es un trastorno muy estudiado y que se conoce muy bien tanto las causas que lo producen como la intervención necesaria para curarse.
¿Cuál es la solución?
Requiere un entrenamiento de dos capacidades para resolverlo:
Habilidades sociales, asertivas y expresivas que no hayamos adquirido en nuestra experiencia de vida. Nuestro aprendizaje de habilidades de relación social procede del modelo familiar, la escuela o dificultades emocionales propias
Disipar el miedo irracional mediante diferentes técnicas de afrontamiento, control emocional e intervención psicológica especializada
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