La ansiedad y sus manifestaciones
Todos hemos oído hablar de la ansiedad. Hoy en día es un término psicológico en boca de todos. Pero no todos saben que la ansiedad en sí es una emoción natural y perfectamente saludable y que cuando se produce una alteración en ésta (su presencia es más intensa o perdura más tiempo del necesario -una vez ha pasado el estímulo desagradable o peligroso-) se puede producir un trastorno.
La ansiedad adquiere diferentes características dando lugar a distintas manifestaciones y trastornos. Por ejemplo, el trastorno de pánico se produce por un miedo condicionado a las sensaciones físicas de los ataques de pánico, generando creencias irracionales de temor sobre las consecuencias de dichas sensaciones para la seguridad (temer volverse loco, teme ahogarse, etc).
Otro tipo de manifestación es el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) que muchas personas ni siquiera son cosncientes que lo padecen. Se caracteriza por la presencia de preocupaciones constantes relacionadas con temas cotidianos, familiares, económicos, personales, etc y la dificultad para zanjar esas preocupaciones solucionando el problema que fabrican de una forma rápida y efectiva. Una especie de adicción a la preocupación, miedo a los peligros de la vida y pereza/falta de confianza por solucionar los propios problemas.
Otro ejemplo es el trastorno obsesivo compulsivo. Un trastorno que produce mucho sufrimiento a quien lo padece, y que también se ubica en el espectro de trastornos de ansiedad. Este problema -como todos los demás problemas de ansiedad– se complica cada vez más cuánto mayor es nuestro deseo de que desaparezca.
Y otra alteración de la ansiedad es el denominado trastorno de fobia social o ansiedad social. En éste el motivo de nuestro miedo e inseguridad es la sociedad, como ya se adivina del nombre. Concretamente no atemorizamos ante situaciones en las que debemos interactuar con las demás personas.
Por supuesto, en cada persona adopta unas peculiaridades cada problema de ansiedad, tanto el origen, como en su mantenimiento. Habrá quienes se sientan más sensibilizados a unos estímulos que a otros también.
En definitiva:
El objetivo de todos modos en los problemas de ansiedad cuya base es el miedo será el afrontamiento, hacer frente a ese miedo, no dejarse vencer por la cobardía. Por esta razón las intervenciones psicológicas incluyen un ingrediente básico: la exposición al estímulo fóbico. Por una sola razón se permite la exposición: porque el motivo del terror es inofensivo. No es lo que nos parece, no supone un peligro real. Así pues, si nos exponemos, comprobamos que no hay ningún peligro real.
En siguientes artículos iremos desgranando cada una de las manifestaciones de la ansiedad para conocer sus síntomas y motivarse para buscar un buen tratamiento específico y especializado que rompa el círculo vicioso del miedo.
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