El pasado jueves 22 de diciembre realizamos el grupo de risoterapia del Centre Cívic Urgell un movimiento de risoterapia en el metro de Barcelona.

En el transcurso de las sesiones del taller de la risa que tuvieron lugar entre los meses de octubre y diciembre de este año en el centro cívico Urgell de Barcelona impartido por Lucía Rodríguez surgió la idea de llevar a cabo un experimento real de la risa: queríamos comprobar si se producía contagio de la risa a los pasajeros del metro. El día elegido fue previo a las fiestas navideñas: 22 de diciembre, una vez finalizado el curso de risoterapia.

El proyecto consistía en viajar todo el grupo de risoterapia en el metro de BCN un jueves cualquiera al mediodía (13-14 horas) y durante el trayecto comenzar a reír. La persona que iniciaba la risa-contagio fingía estar viendo un video chistoso en su móvil y reía sonoramente (pero natural y no estridente). Rápidamente se sumaba el resto del grupo de risoterapia, uno a uno, fingiendo “contagiarse” de la risa del primero y estableciendo palabras y miradas cómplices con otros pasajeros sobre el suceso que tenía lugar.

Para este experimento nos organizamos de la siguiente forma:

-nos numeramos por orden de intervención (orden de sumarse a la risa)

-realizamos 3 viajes de ida (línea 5 parada de Hospital Clínic-Diagonal-Verdaguer-Sagrada Família) y 3 viajes de vuelta

-El tiempo de duración entre una parada y otra era de 1 minuto y 20 segundos. De modo que tuvimos que emplear en ese tiempo todo nuestro potencial risógino

-Un compañero grababa el experiemento y las expresiones de los pasajeros, la mayoría de ellas delatando emociones de curiosidad, diversión y amigabilidad.

Grupo de risoterapia después del metro

¿Cuáles fueron los resultados?

Los resultados, por esperables, no nos dejaron de sorprender.

Los pasajeros se contagiaron en ese minutito de trayecto con rapidez.

La mayoría participaban con sonrisas, otros con risas y carcajadas, una pasajera comentaba en voz alta que ese día era el Día Internacional de la Risa (como ofreciendo una explicación al resto de pasajeros), otros preguntaban cuál era el chiste….

La parada que más éxito tuvo (más contagio de la risa se produjo) fue Diagonal L5. El vagón abarrotado de personas se colmó de risas y miradas de simpatía entre los pasajeros.

Como era de esperar, los actores que fingíamos la risa terminamos riendo de forma auténtica. Y es que cuando finges la risa es como si prepararas el terreno para que las brasas encendidas prendan la hoguera de las emociones positivas de la risa y la positividad.

A continuación adjunto el video que fue precursor de esta idea y motivó nuestra inspiración. El experimento fue reproducir esta misma situación: