Perversos narcisistas y relaciones tóxicas, hombres y mujeres que pueden “arruinar nuestras vidas”.
El perverso narcisista, o narcisista patológico, está rampante en todos los ámbitos de la vida, en todo tipo de relaciones (románticas, profesionales, familiares, amistosas, deportivas, asociativas). Todos tienen una cosa en común: la certeza de su superioridad. Según el DSM-5, el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales americano, el 6,2% de la población estaría afectada por un trastorno narcisista de la personalidad caracterizado por la convicción de ser superior a los demás.
Método de detección de perversos narcististas en tres componentes: las palabras de los perversos narcisistas, las emociones de sus presas y el comportamiento de los perversos narcisistas.
Paso 1: Presta atención a las palabras del perverso narcisista
Los perversos narcisistas en su mayoría usan superlativos positivos y negativos para dirigirse a ti o a los demás.
– Palabras excesivamente positivas y seductoras: muy rápidamente en la relación, seducen “con vigor”.
Algunos ejemplos: “¡Te amo, eres increíble! ¡Nunca he conocido a alguien tan fantástico como tú! Eres mucho mejor que los demás. Eres el centro de mi vida, te daré todo lo que mereces. Nadie te trató como lo voy a hacer. El de antes era un perdedor. Tuve una idea brillante que me hará famoso, déjame explicarte…”
– El perverso narcisista maneja los elogios excesivos pero no los personaliza. Sus cumplidos son generales, genéricos, intercambiables.
– Palabras excesivamente negativas y despectivas: “Esa persona realmente apesta. Déjame decirte dos cosas al respecto. Las personas que rechazaron mi idea (mi proyecto, mi propuesta) son las personas más tontas que he conocido. Les cuesta reconocer un persona brillante cuando se paran frente a ellos. Mi jefe me trata mal, estoy pensando en cómo superarlo para despedirlo. No veo la hora de verlo agarrar sus cosas y salir ante los ojos de todos, completamente humillado”.
– El perverso narcisista habla de sus fantasías de humillación y dominación de manera desinhibida, literal. Sólo al leer la vergüenza o el asombro en el rostro de su interlocutor que cambia de registro y especifica que está bromeando.
– Palabras y comportamientos que muestran falta de empatía e interés: si una persona le cuenta una experiencia muy dolorosa, no dudará en interrumpirlo (sin mostrar compasión). Parece estar hablando consigo mismo, o hablando con una audiencia a la que tiene que cautivar, seducir.
– Palabras de víctimas: aunque los perversos narcisistas se sienten superiores, dominadores, se ven a sí mismos como eternas víctimas. Cuando sienten que están perdiendo su posición de dominio, sufren, y luego no dejan de detallar todo lo que ha pasado a su manera (la deshonestidad o la crueldad de los demás, la mala suerte…) .
Paso 2: Presta atención a tus emociones
1 – Estás bajo el hechizo
2 – Dudas de ti mismo/a
3 – Tienes problemas para respirar
Los tres son banderas rojas.
Paso 3: Presta atención al comportamiento de los perversos narcisistas
Hacen lo que el 90% de las personas no hacen
Ésta es la regla del 90%. Los perversos narcisistas disfrutan del poder de molestia y dominación que ejercen sobre los demás. Tan pronto como se sienten derrotados o humillados, recurren a métodos extremos (a los que la gran mayoría de las personas no recurren en su situación): humillar a un hijo o a su pareja en público, sabotear el trabajo de un colega, difamar gravemente a un superior, recurrir a la violencia física…
Autora: Lucia Rodríguez Brines
Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.
Si estás interesad@ en conocer nuestros servicios de psicología y mindfulness, puedes escribirme a info@psitam.com y estaré encantada de atenderte.
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