Ojos brillantes, mariposas en el estómago, piernas temblorosas. Estar enamorado se siente físicamente. Pero hay otros signos conductuales que han destacado investigadores en antropología, neurociencia o psicología.
Con los descubrimientos de investigadores en antropología, neurociencia o psicología, como Helen Fischer de la Universidad de Rutgers (Estados Unidos) o Anik Debrot de la Universidad de Lausana (Suiza), aprendemos que los signos del sentimiento amoroso (que se distingue del hecho de “amar”, porque se puede amar dejando de estar enamorado) no son todos del orden de lo instintivo. La empatía y la autenticidad, por ejemplo, son indicadores de ello, tanto como la atracción sexual o el deseo de exclusividad.
Los siguientes ocho signos describen las características de este estado al inicio de la relación, pero también en las parejas que lo mantienen. Estos últimos son menos numerosos que los“ recién enamorados ”y sus características son menos vívidas. Sin embargo, dicen estar enamorados y cuidan su relación. Cada persona deberá leer estos signos y llegar a una conclusión.
1. Eres auténtico
Mostrarte a ti mismo en tu verdadera luz es más importante para ti que mostrarte en tu mejor forma. Al favorecer las discusiones reales, las auto-revelaciones de hecho le dan al otro la sensación de estar conectado con la parte más íntima de él. Cuanto más fuerte es el deseo de autenticidad, más fuerte es el deseo de compromiso. Se piensa en la relación como un organismo vivo que se alimenta de la verdad. Por eso, contigo, la necesidad de privacidad supera la necesidad de seducir, porque lo importante es lo que pasa a largo plazo con esta pareja y no con otra. Incluso si no eres consciente de ello, comunicarte sin intentar darte el papel adecuado refuerza la sensación de ser amado, elegido por lo que realmente eres.
Cuanto más fuerte es el deseo de autenticidad, más fuerte es el deseo de compromiso.
2. Sólo tienes ojos para él / ella
Te encuentras más bella, más bella, pero tu mirada es desapegada. Porque no te preocupas por los demás, sólo importa tu pareja. Es él o ella y nadie más. Según diversos estudios, prestar atención a las parejas sexuales “potenciales” muestra una disminución en el compromiso emocional y el nivel de satisfacción con la vida en pareja. Los investigadores también señalan que el sentimiento de amor perdura más en aquellos cuya mirada está centrada en su pareja: tiene ese algo que les “habla” lo suficiente como para que en su presencia despierten su deseo y su sentimiento de amor … No recogido por otros.
3. Tus relaciones sexuales te dejan en una nube
Investigaciones recientes sugieren esto: es el amor, el afecto (en el sentido de “sentimiento positivo”) lo que la mayoría de los amantes tienen en la actividad sexual, no el sexo por el sexo; amor que genera una sensación de profunda satisfacción, tanto a nivel individual como en la relación. Así que podemos tener relaciones sexuales muy satisfactorias sin estar enamorados, pero cuando lo estamos, el sexo es realmente satisfactorio y beneficioso, porque es el “lugar” donde esta intimidad emocional compartida se siente más.
4. Te cuidas de hacer su vida más agradable
Cuando estamos enamorados, el bienestar del otro es importante para nosotros porque está directamente conectado con el nuestro. Su comodidad material y emocional, así como todo lo que lo hace más gozoso, más realizado, son objeto de nuestra atención y nuestro cuidado. La permanencia de esta preocupación es uno de los marcadores del sentimiento amoroso en la pareja. Cuando se debilita, no significa que ya no nos amamos, sino que el sentimiento del enamoramiento se ha extinguido.
5. Realmente disfrutas de su compañía
Te hace reír, te fascina, te intriga, te toca, te deslumbra. No importa lo que haga, lo que sea, su presencia es una fuente de placer para ti. Es con él y con ella que te encanta pasar el tiempo. Ésta es la persona que te gusta. Verdaderamente. Éste y no otro. Ciertas “alianzas” a veces pueden sorprender a los que te rodean, o a ti mismo, porque trastocan tus criterios y tus puntos de referencia, sociales, físicos, culturales. Sin embargo, lo que sientes en su presencia, la idea de volver a encontrarlo te afecta. Y si la relación continúa, estas sensaciones, estos sentimientos continúan. Es por esta emoción que medimos la persistencia del sentimiento de amor.
6. Sientes empatía
Sus estados de ánimo esconden algunos secretos para ti. Los lees en su rostro, los atrapas en el aire, los atrapas en los pliegues de su voz. El deseo de fusión presente en el sentimiento amoroso es tal que establece una línea directa con el otro. Se facilitan los ajustes de conducta y comunicación; Los malentendidos y las palabras no pronunciadas son menos frecuentes y, por lo tanto, son una fuente de conflicto menos frecuente que en las relaciones en las que el nivel de empatía se ha debilitado o nunca ha sido muy alto.
7. Te enfocas en lo positivo de él/ella
No ignora las limitaciones y fallos de su pareja, no las niega, pero su enfoque está principalmente en lo positivo en él. A menudo te ocurre pensar con admiración, emoción, sus cualidades, sus talentos, sus competencias, incluso en su ausencia o cuando la situación no se presta a esta evocación. Eventos menores, pequeñas cosas muy concretas también te hacen pensar en él y te conmueven. Las parejas que logran mantener una actitud predominantemente positiva el uno en el otro son obviamente las que permanecen enamoradas por más tiempo y tienen el vínculo más fuerte.
8. Tienes sentimientos posesivos
Este sentimiento puede cambiar con el tiempo, volverse menos exclusivo, pero fundamentalmente descarta cualquier apertura a otras parejas potenciales. La mayoría de los conflictos se relacionan con cuestiones de celos e infidelidad, más raramente con cuestiones de valores de la pareja. Pero la exclusividad sexual no es la única en la mira de los amantes. También hay que tener en cuenta la exclusividad afectiva, formada por la intimidad, la singularidad, las confidencias y la confianza. Con el tiempo, la posesividad puede volverse menos exigente, pero aún acecha en el hueco del sentimiento de amor, lo que hace de la exclusividad, afectiva de todos modos, uno de sus principales ingredientes.
Autora: Lucia Rodríguez Brines
Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.
Si estás interesad@ en conocer nuestros servicios de psicología y mindfulness, puedes escribirme a info@psitam.com y estaré encantada de atenderte.
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