Buen humor, ¿cuestión de sentido común?

Para luchar contra la depresión y asentarse permanentemente en el bienestar psíquico, bastaría con seguir unos consejos tan sencillos como obvios, comprobados por estudios en psicología y neurociencias. Todo deprimido es una persona sana que se ignora a sí misma.

Todo deprimido es una persona sana que se ignora a sí misma.

Según algunos médicos de la salud mental, desde hace varios años, han notado que más de la mitad de las consultas por depresión terminan sin medicación ni terapia prolongada. Algunos preceptos de sentido común son suficientes para ayudar a los pacientes. Numerosas investigaciones científicas lo validan. El buen humor conlleva la ausencia de determinadas enfermedades. ¡Éste es un tema serio que debe tratarse con rigor!

El consejo es a veces sorprendentemente obvio: dormir bien, practicar deporte, enamorarse …

Hoy en día, la idea de que mantener una buena forma física, por ejemplo, con una dieta equilibrada, es en general compartida por todos. Ojalá fuera lo mismo para la salud psicológica. Que integremos que cierta forma de vida y pensamiento es bueno para la mente. Tenemos, bajo nuestras cabezas, una fábrica de alegría para la que no tenemos las instrucciones. Debemos incorporar pistas “apropiadas”, probadas y efectivas ¡y veremos los resultados mañana!

¿Realmente el buen humor nos mantiene sanos?

Nuestro termostato biológico está controlado por nuestra psique. Cuando estamos bajo estrés, por ejemplo, segregamos una hormona, la noradrenalina, que prepara nuestro cuerpo para defenderse o para huir. Nuestros latidos cardíacos y nuestra respiración se aceleran, nuestros niveles de azúcar en sangre aumentan, etc. Si vivimos con frecuencia en un estado de estrés agudo, se vuelve perjudicial. Si esto continúa, las hormonas corticosteroides, también tóxicas, se hacen cargo.

Por el contrario, el buen humor reduce la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre y permite una mayor resistencia a las infecciones. Un estudio estadounidense ha demostrado que los diabéticos que tienen una buena imagen de sí mismos necesitan menos insulina.

¿Tenemos inclinación por la depresión?

Además de una tendencia espontánea a estar de mal humor, existe un clima deprimente. La crisis climática, económica, política … Tenemos buenas razones, así como un aliciente colectivo e incluso cultural, para ser pesimistas. Sin embargo, podemos ir contra la corriente.

El problema hoy es que nuestras emociones se medicalizan inmediatamente. Consultamos para cualquier cosa y para todo. Como resultado, los Estados del “bienestar” son los principales consumidores mundiales de antidepresivos, olvidando que estos medicamentos tienen una toxicidad potencial. Medicalizar las emociones es tanto más aberrante cuanto que está comprobado que somos mejores si sabemos sentirlas y decodificarlas.

La alexitimia, que es la incapacidad para identificar, diferenciar y expresar las propias emociones, aumenta la ansiedad, así como los riesgos de enfermedades cardiovasculares y enfermedades psicosomáticas.

En resumen….

Cultivo del buen humor es la clave. Al principio será un pequeño esfuerzo (para bloquear los pensamientos negativos, por ejemplo), luego se convirtirá en un hábito y después será una naturaleza. Al descubrir que estas sencillas técnicas funcionan y hacen que tu vida sea buena, ¡continuarás!

Autora: Lucia Rodríguez Brines

Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.