Confianza, complicidad… Las parejas duraderas suelen ser las mejores amigas del mundo. ¿Significa esto que hacerse amigos es la condición (¿el secreto?) De las parejas duraderas?
Toda relación romántica forja un vínculo emocional que crece con el tiempo. Ganamos confianza en el otro, bajamos la guardia, sentimos que estarán ahí para nosotros en caso de una dificultad. La complicidad y la confianza se instalan gradualmente, como en una relación amistosa. Si se tratara sólo de amor físico, nos contentaríamos con relaciones fugaces.
La pareja es un lugar donde llevamos diferentes sombreros: somos amantes, padres, socios, amigos según el momento, nada está excluido. Cuando estamos con quien amamos, hay una dimensión extra, una intensidad, una vibración, que no está presente en la amistad.
Mucho sexo, sin amistad
Entonces, ¿de dónde viene nuestro miedo a caer en un sentimiento puramente amistoso con el tiempo? De un malentendido, que se refiere a la fase fusional de la pasión. Al inicio de la relación, la dimensión de la amistad es inexistente en la pareja, porque la mayoría de las veces no nos conocemos bien. En la pasión, hay poco respeto real por lo que está pasando el otro, e incluso por quién es. Queremos poseerlo, lo vemos como nos gustaría que fuera, no como es.
Mantenemos la nostalgia de esta fase en la que el deseo sexual estaba en pleno apogeo, sin ningún esfuerzo ni voluntad.
Confundimos el amor en una relación con la emoción del descubrimiento. Ciertamente, el corazón late menos con el tiempo, pero no necesariamente el sentimiento de amor. ¡El frenesí temprano no está destinado a durar, de lo contrario estaríamos totalmente agotados! La relación se transforma, se calma, la ansiedad de perder al otro disminuye, lo que no significa la desaparición del deseo.
¿Y si nos equivocamos? ¿Y si, por el contrario, los ingredientes de la amistad presentes en nuestra relación fueran aliados y no enemigos de la sexualidad? En el sexo es importante sentirse confiado, no tener miedo de que el otro te esté abusando, aprovechándose de nosotros. Esto es especialmente cierto para las mujeres, que necesitan seguridad para disfrutar del placer.
Además, son los momentos de compartir los que nos unen. Nunca hacemos el amor tan bien como después de haber pasado un día haciendo deporte juntos, de haber vibrado en un concierto: con el tiempo, nuestras noches son hermosas cuando nuestros días lo son …
Imaginamos que es la amistad la que pone en peligro la dimensión sexual de la relación romántica, mientras que cuando una pareja va mal, todas las cualidades de este sentimiento desaparecen, prueba de que no es responsable en absoluto. Además, puede haber mucha sexualidad en una relación. Pero en un uso estricto del cuerpo del otro para nuestro propio placer, ¿podemos hablar de amor?
Poco sexo, mucha amistad
Agreguemos, además, que la relación fluctúa, vive periodos más pasionales que otros, lo importante es simplemente tener cuidado de no dejar que la sexualidad se duerma: Siempre estamos divididos entre el deseo de comodidad y seguridad que nos ofrece la amistad., y el erotismo; todos estamos tratando de encontrar un equilibrio entre estos dos polos.
Primero que nada, complicidad
Sin embargo, algunas parejas luchan por encontrar este sutil equilibrio. Veo parejas que siempre muestran comprensión entre ambos, adoptan una actitud de protección parental, desarrollan un sentimiento fraterno que es muy perjudicial para la sexualidad, porque entonces se cierne el tabú del incesto. Muy a menudo, se trata de parejas que temen a su sexualidad y se encuentran en este miedo común.
La sexualidad pone en juego emociones arcaicas, nos desnuda, nos hace vulnerables, al sacar lo más profundo de nosotros mismos. Tras la euforia de los primeros meses, algunos se alejan de ella, porque despierta miedos inconscientes que la pasión había adormecido. Dejar de tener relaciones sexuales te ayuda a protegerte del miedo de no ser un hombre de verdad, una mujer de verdad, de no sentirte lo suficientemente deseable o lo suficientemente excitado, o de perder todo autocontrol. ¿Es la amistad la causa? podría ser una coartada conveniente.
En última instancia, estas parejas que rehuyen la sexualidad corren el riesgo de evitarse físicamente, ya no se atreven a mirarse desnudas, sobresaltadas cuando una roza el brazo del otro. La dimensión de género antes mencionada desaparece gradualmente y la vida en común se convierte en convivencia, sin fantasía ni alegría de vivir. Todo lo contrario a una pareja donde la amistad se calma, lleva a la risa y a la complicidad, mucho más allá del dormitorio.
El amor exitoso es tener el placer de unirse a tu pareja, tu pareja con el mismo placer y la misma alegría que tu mejor amigo.Porque además, podemos hacer el amor con él …
Autora: Lucia Rodríguez Brines
Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.
Si estás interesad@ en conocer nuestros servicios de psicología y mindfulness, puedes escribirme a info@psitam.com y estaré encantada de atenderte.
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