Según el psicólogo estadounidense Albert Ellis, son nuestras creencias y expectativas las que dan forma a nuestras vidas. Entre sus consejos, aquí hay cinco que te ayudarán a pasar de la libertad condicional a la libertad.
Albert Ellis (1913-2007), psicólogo estadounidense, primero ejerció como psicoanalista antes de desarrollar, en 1961, su propio método: Terapia Racional Emotiva (RET), “terapia emocional-racional”. Centró su trabajo en torno a un pensamiento resumido en una frase, “Te sientes de la forma en que piensas” (“Lo que experimentas viene de tu forma de pensar”). Según él, identificando y modificando nuestras creencias irracionales (fuentes de sufrimiento) podemos liberarnos de nuestras cárceles internas y llevar la vida que realmente nos conviene. William Knaus, coautor de un libro tributo1 al que se considera el padre de la terapia cognitiva, ha recopilado las ideas clave de su pensamiento. Te entregamos los principales. Depende de cada uno definir el ámbito de su vida (trabajo, pareja, familia, vida social, etc.) en el que las creencias tóxicas están activas y necesitan ser neutralizadas.
1. Suelta el “debo”
“Yo debo”, “otros deben”, “el universo debe” … Tantos mandatos en forma de creencias tóxicas e irracionales que Albert Ellis llama “debe”. Generadores de malestares emocionales, impiden que te conectes con tus deseos y necesidades personales, así como con tus recursos a la hora de recuperarte de un desafío o fracaso.
Tengo que hacer todo bien, ser validado por los demás, de lo contrario apesto.
Otros deberían tratarme bien y exactamente como yo quiero.
Las circunstancias deben permitirme obtener lo que quiero de la forma en que lo quiero.
Rodearlos les permite debilitar su carga negativa antes de dejarlos ir.
2. Elige la historia correcta
Para Ellis, elegir las palabras con cuidado es esencial para capturar una experiencia y planificar el futuro. Las palabras que usamos no sólo revelan cómo pensamos, sino que también dirigen nuestro comportamiento. La forma en que interpretamos lo que nos está sucediendo o cómo imaginamos un evento próximo afecta nuestro estado de ánimo. Esto generará ciertas emociones que, a su vez, fortalecerán nuestras creencias.
En lugar de repetir una y otra vez que tuvimos mala suerte, que apestamos, que nunca estaremos a la altura de la tarea, es mejor decir que hicimos lo que pudimos, que tal vez perdimos la atención sobre tal o cual punto, pero que vamos a hacer todo lo posible para salir de ello. No se trata de recurrir al pensamiento mágico, sino de centrarse en lo que objetivamente nos ayudará a avanzar, en lugar de dar tiempo y crédito a creencias erróneas y negativas.
3. Atrévete a pensar en ti mismo
Ellis creía en el poder de la voluntad, aunque conocía el peso del subconsciente y de la historia personal. Invitó a sus pacientes a identificar sus fuentes de realización y los instó a hacer todo lo posible para ponerlas en el centro de sus vidas. Todos queremos ser aceptados, reconocidos, amados, pero a veces tenemos que saber cómo renunciar a estas recompensas primero para anteponer nuestro desarrollo personal. Una vez que hemos descubierto lo que realmente nos hace sentir realizados, lo que realmente tiene sentido para nosotros, lo que sentimos es la condición previa para una vida feliz para nosotros. Nos agradeceremos más tarde nuestra voluntad y perseverancia. Realmente puedes aprovechar tu voluntad, servir a tus intereses, si te comprometes con ella y no rehuyes el esfuerzo que requiere.
4. Detén a los amigos cercanos
Algunas personas arruinan sus vidas con “debería tener” o “podría tener“. El auto-reproche que no deja avanzar es siempre un acto de autoflagelación estéril y negativo. Si hemos cometido un error, hemos cometido una falta, por grave que sea, debemos emplear una opción racional y productiva: disculparnos y reparar el daño. Pedir disculpas, nos obliga a afrontar la realidad y asumir nuestras responsabilidades. Reparar, concreta o simbólicamente, vuelve a ponernos en la posición de actor y nos devuelve la autoestima. Asimismo, salir de la culpa es también la forma de recuperar las riendas de nuestra vida y seguir adelante. Si hemos cometido un error del que nosotros mismos somos víctimas, es igualmente importante perdonarnos a nosotros mismos antes de pensar en la mejor manera de arreglar lo que se puede arreglar, o al menos, aprender las lecciones correctas de esta experiencia.
5. Practica el humor
A Ellis le encantaba reír, hacer reír a los demás, y eso, a pesar de sus graves problemas de salud. El humor te permite aliviar el estrés, tomar distancia, restar importancia, y crear a tu alrededor una atmósfera propicia para el intercambio. Tiene un efecto de contagio elevado también. Ver el lado cómico de las situaciones, escuchar a cómicos, ver comedias, . Tengamos en cuenta que no sólo los serios y los cascarrabias no atraen simpatías, sino que sufren más que los demás los efectos tóxicos del estrés, tienen más dificultad para distinguir entre lo importante y lo incidental, y demuestran un perfeccionismo que arruina sus vidas y, a menudo, las vidas de otros.
Autora: Lucia Rodríguez Brines
Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.
Si estás interesad@ en conocer nuestros servicios de psicología y mindfulness, puedes escribirme a info@psitam.com y estaré encantada de atenderte.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!