Siempre has sido algo tímido/a, aunque aparentemente los demás te dicen que no lo pareces. Te desenvuelves bien socialmente, pero la procesión va por dentro. En numerosas ocasiones evitas ciertas situaciones sociales que te incomodarían (por ansiedad).
Dime si te sientes reflejado/a con este caso : a veces las personas te dicen que “despareces”, que no te ven a menudo, y que no te apoyas demasiado en ellos cuando tienes un problema o te sientes mal (incluso con personas cercanas).
Tienes problemas de alimentar resentimientos que te pueden durar años. Cuando alguna persona comete alguna falta hacia ti, eres muy tajante y no permites que se vuelva a acercar a ti.
Te gustaría ser como los demás, en el sentido de sentirte más cerca, más relajado y más cómodo en situaciones sociales.
Intimidad emocional
En relaciones de mayor intimidad emocional, como una pareja, no sueles dejarte expresar tus opiniones con libertad, ni muestras desacuerdo, ni te atreves a mostrar nada relativo a lo que consideras defectos de carácter o complejos físicos. No tienes costumbre, por decirlo de alguna manera, de decirle a la otra persona lo que te hace sentir bien o mal en vuestra relación o en su trato hacia ti (crees que ya se sobreentiende o que no tienes derecho a expresarlo porque podría hacerle enfadar o dañarle). Esto me lleva al otro rasgo: miedo al enfado del otro. (“Si digo lo que pienso y es diferente a lo que piensa el otro puede enfadarse y no podría soportar su retirada de afecto”, “si muestro mis preferencias o fluyo espontáneamente puede ser que al otro no le guste lo que vea”). Esto te lleva a una rigidez y tensión en tus relaciones que no permite que los demás te conozcan realmente.
Las emociones negativas y las muestras de afecto te parecen una debilidad e intentas esconderlas o no admitirlas del todo.
Orientaciones terapéuticas sobre la inseguridad
FUERA MIEDO AL ENFADO, TODO LO QUE DIGAS O HAGAS SERÁ LO MÁS CONVENIENTE PORQUE SALE DE TI.
TODOS PODEMOS COMETER ERRORES Y APRENDER DE ELLOS, PERO TÚ NO ERES UN ERROR Y TODO LO QUE SALE DE TI NO ES UN ERROR.
Pon solución a la ansiedad
Esto que te sucede es bastante frecuente en consulta: se llama INSEGURIDAD y procede de un problema de ansiedad que se puede remontar a experiencias infantiles o no, y que acarrea síntomas de ansiedad, depresión, soledad...
Suele ocurrir que nos sentimos poco queridos por los demás (a pesar de que existan muchas personas alrededor que nos muestran su amor). Nos sentimos cómodos únicamente estando en la intimidad de nuestra soledad. Esto se denomina “miedo a abrirse” y tiene su base en una percepción equivocada o manchada de la realidad, en la que siempre te ves como un perdedor o una persona no digna de afecto. Al no ser consciente del impacto que tienes en los demás sueles apartarte o romper vínculos con relativa facilidad, pues no crees que tenga ninguna repercusión para esa persona o grupo de personas. “No me valoran en realidad”, “no me aprecian en verdad”.
Si te sientes identificado/a un poco con esta manera de ser, puedes estar seguro/a que tiene solución, que puedes realizar una transformación para sentirte querido y permitirte ser tú mismo/a con los demás sin miedo ni atadura.
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