Algunas personalidades son más sensibles que otros a la adicción. E ignorarlo lo hace a uno/a aún más frágil. Es mejor saber si tenemos una personalidad dependiente o al menos algunas de sus características.
Cualquier amante depende de la persona amada, esto es natural. Hasta cierto punto una persona sana, sin dependencia, vive mal las separaciones (para apreciar mejor el reencontrarse con el otro), pero no tiene miedo de ser abandonado/a a la más mínima turbulencia relacional y le gusta pasar tiempo en sus relaciones (amigos, familia) y dedicar tiempo a sus pasatiempos personales. Pero, para una persona dependiente, adicta, la historia se desarrolla de manera diferente. Según el investigador y psicólogo estadounidense Gregory L. Jantz, fundador del Centro de Consejería y Recursos de Salud en Washington, este tipo de personalidad manifestará su dependencia en el campo del amor, pero no solamente ahí. También es más sensible a cualquier cosa que pueda ser adictiva (juegos de azar, alcohol, drogas, trabajo, deportes…), de ahí el interés por identificar comportamientos que reflejen una propensión a la adicción. Jantz ha identificado 9.
Los 9 signos de dependencia emocional
1- Tener problemas para tomar decisiones sin consultar o validar a un tercero.
2- Contar con los demás (pareja, familia, amigos) para asumir responsabilidades en áreas importantes de su vida (ingresos, gestión administrativa, salud, organización doméstica …).
3- Temer y evitar cualquier desacuerdo con un interlocutor (miedo a los conflictos, ser rechazado, excluido).
4- Tener problemas para comenzar proyectos o hacer cosas por su cuenta.
5- Te sientes ansioso o completamente relajado cuando estás solo.
6- Hacerse espontáneamente responsable de todo lo que está mal (en el campo privado o profesional).
7- Sentirse obligado a satisfacer las solicitudes y necesidades de los demás.
8- Realmente necesito la aprobación y la comodidad de los demás.
9- Ser incapaz de poner y defender los propios límites.
Si se ha reconocido en al menos cinco de estas características, puedes considerar que tiendes a ser adicto/a.
¿Cómo salir de la personalidad dependiente?
Es muy difícil empoderarse a sí mismo de manera sostenible y en profundidad sin la ayuda de un profesional. Pero el conocimiento de sus áreas de vulnerabilidad abre la mente y a partir de ahí puedes comenzar a cambiar el comportamiento.
¿Eres emocionalmente dependiente? Supéralo y supérate.
Entre el amor apasionado y la dependencia emocional, a veces es difícil reconocer la frontera, a riesgo de volverse demasiado invasivo, exclusivo, a veces incluso celoso. ¿Tiendes a depender del ser querido?
Realiza estas acciones para entrenarte y dejar de ser dependiente y establecer relaciones sanas.
1. Tome iniciativas diarias sin solicitud de asesoramiento o validación.
2. Date tiempo para reflexionar y formularlo a la otra persona antes de comprometerte a dar tu tiempo, tu ayuda, tu dinero, etc.
3. Haz una lista de todo lo que uno ha logrado en la vida (sin descuidar las pequeñas cosas) sin la ayuda de nadie.
4. Resérvate días o momentos al día para dedicarlos a lo que realmente te gusta hacer, sin sentirte culpables, siendo como niños, sin tanto sentido exagerado de responsabilidad.
5. No muestres signos de afecto con el propósito de recibir, sino espera a sentir cosas para expresarlas.
6. Trata de no anticipar las peticiones y deseos de los demás, espera hasta que se formulen y pregúntate si son correctos y si realmente deseas satisfacerlos.
7. No esperes a que otros den su opinión para entregar sinceramente la tuya en lugar de unirte a la mayoría.
8. Evita eso de “¿Me amas? “, “¿ En qué piensas ? “¿Con quién estabas hablando por teléfono? Que expresan más tu dependencia y fragilidad que tu amor.
9. Tómate el tiempo para felicitarte y saborear tus pequeñas y grandes victorias sobre tu adicción. ¿Por qué no mantener un libro de registro para anotarlos? Esto ayuda a medir el trabajo realizado y a reforzar su motivación.
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