Des de hace un tiempo, las tiendas, grandes almacenes, librerías, etc, han divulgado unas formas esféricas para colorear o contemplar llamadas mandalas. Poco sabemos sobre los mandalas, sólo que son muy vistosos y decorativos y que sirven para pintarlos. Pero también se aplica en diferentes ámbitos como el clínico, educativo… etc, lo cual a muchos nos activa la pregunta:
¿Qué son realmente los mandalas? Y ¿son realmente útiles?
El concepto de mandala es muy antiguo y está presente en todos los tiempos y todas las culturas –no sólo en la tradición budista- (babilonios, etruscos, griegos, indios americanos…). También se observan en los rosetones de las catedrales, Stonehenge, la base de las pagodas, templos, cementerios, yantras hindúes, escaleras piramidales en Perú, círculos aborígenes en Australia, calendarios aztecas, etc. El psicólogo Carl G.Jung buceó en la cultura budista y abordó la cuestión terapéutica de los mandalas para ordenar y centrar nuestra mente.
El mandala tibetano se utiliza con fines de realización espiritual: tiene 4 colores –como el parchís- y es un juego iniciático, como la oca: avanzar hasta llegar al centro, a la esencia.
¿Por qué a todos nos gustan los mandalas?
Todos tenemos en el inconsciente gravado el arquetipo de los mandalas, es decir, ya está en nosotros, por eso nos resulta algo familiar y cercano.
Pero ¿qué es un mandala?
De alguna forma todo es un mandala. Sería cualquier cosa organizada alrededor de un centro (retina y el ojo, caracol, átomo, universo….). Otros ejemplos de mandalas son: las células, el Hombre de Da Vinci, las pompas de jabón, los copos de nieve con forma de cristal, los chakras, mesas redondas, telas de araña, danzas (en general, y sobre todo la derviche-), el parchís, la diana, el vals, los planetas, el viento -que gira en círculos-, ….etc.
Se podría comprender el significado de los mandalas como una representación simbólica del universo, construirlo constituye un trabajo terapéutico que nos conduce al equilibrio interior.
Mandala es una representación simbólica del universo -macro y microcosmos-
Los mandalas personalizados, es decir, todo aquel mandala que está diseñado y pintado por nosotros, representaría el ideario mental de cada uno de nosotros (nuestro universo, nuestro continuo mental).
Así pues, mandala representa el universo o su réplica en el microcosmos. El núcleo puede simbolizar el núcleo divino –en el caso que se empleen para la realización espiritual– o el YO –en caso que se empleen con fines terapéuticos-.
¿Cuáles son los beneficios del mandala comprobados por la ciencia?
Concentración, generación de silencio, conocimiento y entendimiento del ser emocional…
El mandala permite salir de uno mismo y generar espacio. ¿Qué significa esto? Normalmente estamos muy rumiativos, no existiendo espacio para mirarnos, parar, solucionar asuntos, coger perspectiva sobre preocupaciones, relajarse y disfrutar del momento presente.
Al salir de uno mismo puede producirse una apertura al conocimiento de uno mismo, puedes darte cuenta de que las emociones son cambiantes y puedes conocerlas más íntimamente, con cierta perspectiva y espaciosidad. Además se producen otros beneficios como la relajación, tranquilidad, calma mental…etc.
En definitiva,
Lo mejor es lanzarse a la práctica de colorear, dibujar un mandala y ver qué sucede. Aprovechar momentos de soledad y silencio para mantener la concentración, el disfrute del momento… Quizás surja un insight, una revelación de tu subconsciente, un entendimiento de algún asunto si la mente está suficientemente relajada y abierta… quizás no la primera vez, quizás la segunda o tercera… como toda práctica terapéutica o meditativa requiere perseverar…
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