Cuando aprendemos a conducir todo es nuevo y el aprendizaje de las reglas de conducción, normas de circulación, etc, nos mantienen completamente atentos y concentrados. En este sentido, lo único que nos preocupa u ocupa nuestra mente en ese momento es “cómo hacer esta rotonda” o “cómo reducir de tercera a segunda”.
Pero el tiempo va pasando y nos habituamos a conducir, y con ello se convierte en un automatismo, nuestro cerebro “sabe” lo que tiene que hacer, qué acciones ejecutar, sin necesitar tanto procesamiento como al principio. El espacio “sobrante” mental lo llenará ahora otros pensamientos. Esos pensamientos los dividiremos (para explicar el asunto del artículo) en pensamientos sobre la conducción propia o la conducción de otros y todos los demás temas que no sean la conducción.
Los pensamientos que surgen sobre la propia acción de conducir y la conducción de otros a su vez se pueden clasificar entre :
pensamientos sobre hechos concretos (“voy a reducir para hacer esta rotonda”, o “vaya! Un semáforo en rojo” por ejemplo)
juicios (sobre mi propia conducción y la de otros). Ahora nos centraremos en los JUICIOS, ya que estos pueden revelarnos mucha información sobre nosotros mismos y frecuentemente son causantes de estrés emocional. Esto nos lleva a la cuestión….
¿CÓMO ALIVIAR MI ESTRÉS/ANSIEDAD AL VOLANTE?
Según tu estado de ánimo los juicios sobre tu propia conducción y la de otros puede variar, también influirán otros factores, pero en general es un rasgo bastante estable que correlaciona con patrones de personalidad y creencias/ actitudes aprendidas sobre mí mismo/a, los demás y el mundo.
Ejemplo:
“Soy tonto”
“Si alguien no me respeta merece ser castigado”
“El mundo es un lugar peligroso”
Estos son ejemplo de creencias/actitudes sobre uno mismo/a, los otros y el mundo, respectivamente.
Sin darnos cuenta acumulamos muchos pensamientos de este estilo que nos van generando una gran cantidad de emociones negativas. En este sentido hablamos de pensamientos que van unidos a estados de ánimo.
Los pensamientos unidos a estados de ánimo tienen el poder de cuestionar nuestra valía personal (autoestima), por ejemplo.
¿CÓMO SUPERAR LOS JUICIOS NEGATIVOS SOBRE UNO MISMO?
Primeramente, debemos identificar tales juicios, si no somos conscientes de las cosas resulta obvio que no podremos cambiarlas ni influir en ellas.
Para identificarlas, es sencillo si observamos las situaciones en las que nos sentimos ansiosos o estresados, molestos, incómodos…. En ese momento pregúntate: “¿qué estoy pensando justo ahora?” . Probablemente descubrirás que te preocupan cosas como: siento que mi coche no está yendo a la velocidad que quisiera en esta subida y estoy molestando a otros / me han tocado el claxon porque he hecho mal esta incorporación / no he sido cortés o amable dejando pasar a esa mujer en el paso de zebra, etcétera. Hay miles de millones de diferentes pensamientos que podemos tener sobre juicios a uno mismo/a, criticando una conducta propia en la conducción.
El segundo paso es la conversión o transformación:
Si estoy sintiéndome mal porque voy conduciendo con lentitud y otros coches me avanzan con rapidez y pienso: “qué lento voy, tendría que ir más rápido” transformo este pensamiento en “la velocidad mínima es 60. Estoy procurando avanzar lo más rápido posible” y muy importante recordar tus propios derechos: “tengo derecho a ir a la velocidad que sienta/me apetezca/pueda”
¿CÓMO SUPERAR LOS JUICIOS NEGATIVOS SOBRE LOS DEMÁS?
No podemos controlar la conducta de los demás y menos aún la conducción, la forma más alienada que tenemos de comunicarnos con los demás.
No conocemos los motivos/intenciones de los demás al volante. En este sentido, es necesario como PRIMER PASO: COMPRENSIÓN. Relativizar y ver más ampliamente. Si un conducta se salta un paso de cebra o un ceda el paso podemos elegir pensar: “está despistado o fatigado” más que “es un pésimo conductor”, “merece un castigo: voy a pitarle con gran resentimiento”. La primera persona que favorecemos al elegir pensar una alternativa más racional y probable o al menos una alternativa más abierta, es a nosotros mismos, ya que no alimentamos el rencor ,la rabia y el carácter vengativo.
¿CÓMO SUPERAR LOS JUICIOS NEGATIVOS SOBRE EL MUNDO?
Continuando con el ejemplo anterior, un caso es pensar: “el mundo es peligroso”, “los demás no me ayudarán” , etc. Estos juicios son GENERALIZADOS y NEGATIVOS y por ende, IRRACIONALES.
Si nos percatamos que mantenemos estas actitudes mientras conducimos y que ello nos condiciona por ejemplo aterrándonos si nos aventuramos a conducir por lugares nuevos, instántaneamente procuramos reconducir nuestro miedo o juicio RECORDANDO QUE EL MUNDO ES RELATIVAMENTE SEGURO. O repetirnos afirmaciones como “puedo confiar en mí mismo/a”, “puedo confiar en que las cosas no van a salir mal si pueden salir mal”, “hay un orden y equilibrio en las cosas y al mismo tiempo nos permite abrirnos a lo espontáneo y nuevo y recibir lo positivo que tiene cada momento”.
En conclusión, todos podemos, comenzando a cambiar nuestros juicios mientras conducimos, cambiar también poco a poco patrones de personalidad, carácter, creencias y actitudes que se encuentran presentes en diferentes áreas de nuestra vida. Si trabajamos en cambiar hacia lo positivo y realista siguiendo estas pequeñas indicaciones y adaptándolas a nosotros mismos, conseguiremos invertir poco a poco tendencias mentales causantes de la baja autoestima, y trastornos derivados de la ansiedad, el estrés y la depresión.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!