¿Quien desconoce su verdadero poder?

El tigre conoce el alcance de sus patas y el impacto de sus zarpas y de sus mandíbulas; el ave conoce el impulso de su fuerza voladora y el espacio sin límite del cielo; el pez conoce su capacidad de calma ante la profundidad vertiginosa del océano y el balance de su capacidad respiratoria.

¿Qué habría de limitado en la vida sin nuestras creencias limitadoras?

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Nada sino leyes de naturaleza que sirven a un único propósito de orden y armonía. Todo lo demás es pura exploración. Creatividad y descubrimiento. Sólo una pista… la dirección a tomar es la contraria de la conformidad y el aburrimiento… Debemos empujarnos fuera de la vivienda de nuestras costumbres mentales… Observar el cielo sin límite, la profundidad poderosa del mar, la inapelable lejanía del horizonte y…. sentirnos cómodos en ese vacío poderoso, en esa falta de referencia de nosotros mismos…. Flotar en este universo de vida…

El miedo es sólido, denso,… masticable como un chiclet… tíralo, soltémoslo… permite a la vida colarse en tu boca y en todo tu cuerpo, llenarte…

Nosotros desconocemos nuestro verdadero poder. Tenemos la misma capacidad ilimitada del infinito y de la fuerza de la naturaleza, pero nos asusta abrirnos a éste. ¿En qué me repercutirá? ¿quién seré a partir de entonces, cuando me abra a mi poder? ¿perderé todas mis posesiones, todo lo que me importa? Así rechazamos nuestro poder dejándonos persuadir por cuestiones sin fundamento.

¿Y cómo puedo entonces tener la garantía de que permaneceré como siempre? Todas y ninguna. No es algo que hayas hecho antes en esta vida. Pero todos quiénes se arrojaron a los brazos de lo inefable, abrazando su propia naturaleza y poder, alcanzaron el estado de felicidad más supremo del ser humano. Felicidad supone ganancia y no pérdida, así pues, ganaron todo y no perdieron…nada. Una ganancia que abraza todas las hipotéticas pérdidas mentales que inventa nuestro pensamiento.

Ser cielo…ser nube…ser ave…ser océano…ser todos los seres a al vez….Ser…. Un poder que le fue arrebatado al ser humano de su memoria y que sin embargo, a semejanza de la fuerza de la naturaleza, pugna por manifestarse, por abrirse paso y salir hacia fuera.