6 tips para reducir la ansiedad cotidiana (comprovado)
La ansiedad se puede gestionar incorporando sencillas pautas a nuestra vida diaria.
El estrés permanente se convierte en ansiedad. Manejarlo para que no se descontrole es vital para nuestro bienestar.
Pensamiento realista y positivo:
Nos hacen falta 2 habilidades: ATENCIÓN (para captar el pensamiento ansioso o conducta ansiosa que tenemos -por ejemplo, morderse las uñas-) y APRENDER A PENSAR POSITIVAMENTE (el pensamiento debe orientarse a lo racional y realista, no a una interpretación sesgada y negativa de la realidad)
Relajación:
No pensar en proyectos y lo que tengo que hacer cuando estoy en momentos de ocio, o conduciendo, o de relax simplemente. Dejar de sumirnos en las rumiaciones y cavilaciones. Salir de ese modo de hacer. En definitiva, hay que incluir: RELAJACIÓN + AUTOINSTRUCCIONES POSITIVAS (como por ejemplo: “hay un tiempo al día para ocuparme de pensar en esto, ahora no debo preocuparme, no es útil ni productivo“).
No procrastinar:
No procrastinar, lo cual es una forma elegante de expresar: “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Eso te restará ansiedad. ¡Empieza por las pequeñas cosas! Si hay algo que tardas 2 minutos en hacerlo, hazlo ahora. Tu cerebro te lo agradecerá y se relajará ya que no tendrá que pensar más en ello.
Pausas en el trabajo:
Márcate como objetivo realizar pausas a cada hora o 30 minutos mientras trabajas. Tu productividad aumentará ya que el cerebro rendirá más que manteniendo la atención durante horas.
Actividad agradable a diario:
Realiza a diario una actividad agradable (ver una película, escuchar música, nadar, leer, bailar…). Verás que te sientes con más energía y motivación cada día.
No autoobligarse:
Si un día no te da tiempo a hacer las actividades de tu horario habitual, no debemos autoobligarnos, pues constituye un sobreesfuerzo que puede ocasionarnos estrés e irritabilidad.
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