Qué significa síndrome postvacacional o depresión postnavideña.
Pautas para superarla
Después de gozar de unas estupendas vacaciones de Navidad y Año Nuevo, hay personas que les baja el ánimo y les resulta difícil recuperar la normalidad, volver a la rutina cotidiana. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) señala esto como depresión navideña, depresión vacacional o depresión postnavideña. Estos términos engloban síntomas de angustia mental leve que pueden producirse en estas fechas o a posteriori y en otros períodos de festividades y ocio.
Este fenómeno suele producirse al volver de nuevo al estrés de la rutina diaria y al enfrentarse a los cambios.
Seguidamente se describen algunos pasos para superar tu depresión postvacacional de la temporada de vacaciones de invierno.
Depresión navideña y soledad
En época de Navidades es más habitual la presencia o intensificación de conflictos emocionales y trastornos mentales (depresión, ansiedad, etc). Los exigentes preparativos de las fiestas, las expectativas o creencias de cómo tenemos que estar y con quién, cómo nos tenemos que sentir (felices, alegres, optimistas,…). Todo esto puede chocar con nuestra situación real (versus la situación ideal que se propone como alcanzable y deseable).
Causas de la depresión navideña
Es posible que estemos transitando por un periodo de cambio, que nuestros hijos estén viviendo en otro país, que haya fallecido algún familiar recientemente y estemos de duelo (o bien, falleció hace años pero estas fiestas nos trae su recuerdo irremediablemente), que tengamos riñas familiares que nos generen incomodidad para reunirnos en Navidad….etc etc etc.
En definitiva, si sentimos que tenemos algunas carencias o dificultades, las fiestas de Navidad las sacarán a relucir.
¿Cómo superar la depresión navideña?
- Primeramente, no compararse. Es cierto que podemos tener alguna carencia o dificultad, pero no debemos fustigarnos por ello comparándonos con otros. Todo es relativo. Nosotros contamos con otros atributos y dones que otros no poseerán.
- Permítete estar tranquilo. No te presiones si estás viviendo una situación dificil a estar feliz y contento. Pero no te aísles tampoco. Busca el cobijo del grupo y disfruta de la convivencia comunitaria.
- No fuerces más allá de tus posibilidades. A veces la presión por gastar es imperativa. Debemos tener conciencia de qué podemos permitirnos y optar por alternativas creativas que cubran esa necesidad materialista.
Depresión post-navideña
Como suele ocurrir tras un periodo vacacional, o incluso unos días de ocio, nos viene encima una sensación agridulce. Por un lado, el recuerdo de las vivencias alegres, festivas y de relax que nos llenaron de felicidad, y por otro lado, la reincorporación a la rutina y despedirnos de las fiestas.
Psicología depresión post-navideña
La nostalgia y la melancolía impregnan nuestra mente y el rechazo a la rutina que se viene encima de forma inevitable nos puede paralizar o desanimar si no logramos verlo de otra manera.
- La dicha y el jolgorio forma parte de los eventos de la vida (bodas, festividades, nacimientos…) pero no son eternos. Hay que entenderlo e integrarlo para disfrutarlo al máximo mientras dure (incluso lo gozaremos más si tenemos presente tu fugacidad)
- La rutina y el orden son importantes para recuperar el despilfarro de energía invertida. También nos permite volver a poner nuestra atención en nuestra propia vida: nuestros proyectos, sueños, aspiraciones, emociones… conociendo y exprimiendo nuestras fortalezas y transmutando nuestros defectos en potencialidades.
En resumen,
La fiesta es energía y la rutina es espacio.
El espacio permite crecer, la energía permite inyectar motivación para crecer.
Síndrome postvacacional
Lo mejor para superar fácilmente el síndrome post-vacacional es: ¡no cambiar bruscamente!
- Continúa organizando eventos alegres los fines de semana. No te resignes a esperar nuevas festividades: sal a bailar, ¡desconecta! La diversión no es patrimonio de unos días fijos al año
- Programa una escapada para dentro de un tiempo prudencial (un mes, dos…). Esto mantendrá vivo el fuego de la ilusión y te centrará en un plan divertido a largo plazo con el que seguir fantaseando
- Planifica el próximo cumpleaños de un ser querido con ilusión, eso mantendrá vivo tu espíritu navideño: cuidar de otros. Piensa en su regalo, prepáralo con antelación,…etc
- Apúntate a alguna organización solidaria. No debemos esperar que alguien o algo nos dé pie para hacer algo. Tomemos la iniciativa. Si estas navidades hemos aprovechado para dejarnos inspirar por el tema de la solidaridad, podemos aprovechar y pasar a la acción ahora. No tiene porque ser todo tan rápido (en Navidad te inspiras, pasas a la acción y todo a la vez), quizás en Navidad tuviste la idea de contribuir con algo a la sociedad y poco a poco esa idea se va materializando, le vas dando forma, vas cogiendo información aquí y allá y finalmente te decides a comprometerte con algún motivo solidario.
- Reúnete más a menudo con la familia. No esperes a fechas señaladas para abrir tu corazón y la puerta de tu casa a tus seres queridos. Mantén el contacto con ellos. Plantéate una rutina de llamadas o visitas que tu consideres factible para ti (una vez al día preguntar cómo se encuentran, una vez a la semana vernos para cenar o ir al cine, etc)
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