¿Soy una persona con empatía?
Tal vez te has preguntado alguna vez si eres una persona con empatía, si tiendes a comprender en gran medida las emociones de los otros y a experimentarlas en cierta medida.
En este artículo descubriremos si somos personas empáticas, cómo nos relacionamos con los demás debido a la empatía, de qué manera podemos incorporarla a nuestro día a día de una forma equilibrada. En resumen, conoceremos más en profundidad esta cualidad humana y su valor.
Definición
Tiene dos componentes, uno cognitivo y otro emocional. El componente cognitivo está muy vinculado con la Teoría de la Mente o la capacidad para abstraer los procesos mentales de otras personas. Al tratar de comprender y de ponerse en el lugar del otro, la persona se aproxima al estado emocional del otro y reacciona. Esta reacción sería el componente emocional de la empatía.
Una persona muestra empatía cuando…
- Escuchamos y comprendemos los sentimientos del otro sin estar tan pendiente de nosotros mismos y de lo que queremos decir
- Utilizamos además de las palabras para consolar, también un abrazo, un gesto de cariño y apoyo, una caricia..
- Estamos con alguien que tiene una preocupación y le ayudamos a verlo de otra manera por medio del sentido del humor, por ejemplo.
- Intentamos expresarnos con delicadeza y buenas palabras
- No decimos un comentario o broma que sabemos que va a molestar o herir al otro
- Ayudamos a resolver problemas y somos capaces de tranquilizar a los demás
¿Cómo puede darse la empatía?
Las personas pueden mejorar (o limitar) sus habilidades empáticas naturales.
Empatía en otras especies animales
Los humanos, los simios, los elefantes y los delfines son las especies con mayor capacidad para sentir empatía por sus congéneres, según ha explicado el etólogo y biólogo Frans de Waal, experto en la inteligencia social de los primates.
El afamado biólogo holandés de Waal afirma que todos los mamíferos son capaces de sentir empatía, pero sólo algunas especies tienen suficiente inteligencia como para adaptar su comportamiento a la situación.
Según de Waal existen diferentes niveles de empatía. Para comprenderlo expone el siguiente ejemplo: “los niños pequeños, que lloran cuando ven a otro niño llorar porque sienten empatía“, pero cuando crecen “adaptan su comportamiento e intentan consolar al afligido o buscar la causa del llanto“.
Llevando esta misma idea de los distintos niveles de empatía al resto de mamíferos, de Waal continúa “si un mono se rompe un brazo, la madre lo siente, pero no reduce el paso ni modifica su comportamiento, de manera que el pequeño primate herido se ve obligado a aguantar“. En cambio, “si un chimpancé joven se rompe un brazo, la madre irá con cuidado con el pequeño, lo cargará más, y reducirá su marcha“.
“Los delfines y los elefantes muestran la misma capacidad de comprensión, a pesar de que son especies muy alejadas del ser humano“. La razón es la dimensión de su cerebro, dado que “si a la capacidad de los mamíferos de sentir empatía le añades la inteligencia, el resultado es la compresión, el consuelo y otras reacciones complejas“.
Origen de la empatía
La empatía desempeña una función esencial en las conductas prosociales o altruístas del ser humano y en su supervivencia, ya que ésta depende de la habilidad para funcionar de manera óptima dentro del contexto social, siendo para ello fundamental comprender lo que sienten los demás. Así pues, se trata de una forma de cognición social, que es necesaria para la vida en sociedad, pues se refiere a la capacidad humana de poder pensar sobre los demás: hacer inferencias sobre las creencias e intenciones de las demás personas (para poder entender su comportamiento y predecirlo).
Recientes investigaciones
Recientemente, la neurociencia ha realizado diversas contribuciones al estudio y exploración de la empatía.
Theodore Lipps define la empatía como “imitación interior” de las acciones de los demás.
Comparado con las personas no empáticas, las personas empáticas muestran una mayor imitación no consciente de las posturas, manierismos y expresiones faciales de los demás.
Según la teoría de Preston y de Waal, si una persona observa o imagina a otra persona en un estado emocional concreto se activará en ella de manera automática (inconscientemente y sin esfuerzo) una representación de ese estado, con las respuestas fisiológicas asociadas. Esto produce fenómenos como el ‘contagio’ emocional, la empatía cognitiva (se refiere a nuestra capacidad para identificar y comprender las emociones de otras personas), la culpa y la conducta de ayudar.
Funciones de la empatía
- Fomenta la conducta prosocial de las personas e inhibe la agresividad
- Esencial para la ética. Empatía activa respuestas emocionales que provienen de la comprensión del estado o situación de los demás, y que ‘es similar’ a lo que la otra persona está sintiendo.
Problemas de la empatía
La empatía es una capacidad humana maravillosa, pero, como todo, hay que aplicar la sabiduría para discernir (inteligencia emocional) cuándo estamos deformándola, ya que podemos salir mal parados. Algunas formas de deformar la empatía son: servirse de ella para manipular a los demás, o bien aprovecharla para dar a los demás heteroempatía y no tener en cuenta nuestras propias necesidades autoempatía. Estos desequilibrios pueden causar más dolor y sufrimiento, en lugar de enmendarlo, que es el propósito verdadero de la empatía.
Para una persona con empatía, los límites entre quien es él y quiénes son los otros están más difuminadas, de una manera más o menos consciente se percibe a sí mism@ como un todo y no como una persona separada, esto conlleva beneficios pero algunas dificultades:
- Auto-sacrificio
Estar pendiente de los demás gran parte de su vida puede hacer que la persona atienda antes las necesidades de los demás que las propias, incluso llegando a no saber reconocer las suyas propias o negándolas (autoempatía ligada a la autoestima).
- Dificultad para poner límites
Un exceso de empatía puede hacer que los otros puedan conducirnos hacia donde quieren fácilmente ya que tenemos una dificultad para poner límites inmersos en la situación.
- Demasiada implicación en los problemas ajenos
El exceso de empatía puede hacer que te metas donde no te han llamado; es importante aprender a discernir en los casos en que podemos ayudar y ser útiles y en los casos en que es mejor quedarnos parados.
- Problema para diferenciar los sentimientos propios y los ajenos
Estar dotado de una gran capacidad de empatía te puede permitir sentir literalmente lo que está sintiendo otra persona hasta el punto de somatizarlo, la persona que no es consciente de tener esta habilidad tenderá a pensar que todo lo que experimenta es suyo.
- Tendencia a NO emplear razonamiento crítico y reflexivo
Las personas muy empáticas se dejan llevar por sus sentimientos y emociones y no aplican un razonamiento (¡tan necesario también!) más reflexivo y objetivo hacia las personas y las situaciones.Todo lo contrario a los que únicamente usan el razonamiento crítico, lo cual es signo de pobreza en la práctica de la empatía.
Equilibrio entre razón y emoción es lo óptimo.
- Fatiga
Estar demasiado pendiente de las demandas y necesidades de los demás puede provocarnos un agotamiento emocional y mental, mucho estrés. Es necesario frenar a tiempo y centrar nuestra atención hacia nuestro interior.
Diferencia entre empatía y compasión
Empatía es la capacidad y fortaleza psicológica de experimentar el dolor y sufrimiento ajeno, pero la compasión es lo más sublime de la mente humana.
La compasión es la expresión o manifestación de un anhelo, fruto de la conciencia del dolor ajeno: “¡quiero que seas feliz!“. No es una preferencia, es una necesidad. La compasión es propia de la madre hacia su hijo. Un deseo de hacer feliz al otro sin esperar nada a cambio.
Cuando hemos abonado el terreno de la empatía, la compasión puede germinar.
La compasión es limpia y pura, en el sentido que está totalmente libre de egoísmo. Si pudiéramos expresarlo en un frase sería: “¿Qué puedo hacer por ti? ¿cómo puedo aliviar tu sufrimiento?” . Es éste deseo acompañado de un olvido de uno mismo, en un sentido de estar centrado en el presente y de comprender que la felicidad mía sólo será posible con la felicidad del otro. No es una actitud fingida o conceptual, es auténtica. Sólo puede nacer de la sabiduría.
Aquí os dejo un trocito de final de la película El indomable Will Hunting. En esta escena, su psicólogo hace gala de una extraordinaria capacidad de empatía des del inicio en que tranquiliza a Will para que no crea que él había causado algún problema. En el curso de la escena, la terapia evoluciona a tal punto que la empatía permite llegar a la raíz del problema del chico y arrancarlo de raíz.
El mayor logro de la empatía es acercarse al dolor sin miedo. Entonces nace la compasión.
EMPATÍA.
Empatia es mirar al otro con los ojos del corazón.
Es reír y llorar con alguien por pura emoción.
Empatía es tender tu mano para prestar todo tu yo,sin esperar nada ha cambio,solo lo haces por puro amor.
Es abrirte a todo lo que te rodea y saber que formas parte de ello.
Es aprender a escuchar para así entender sin juzgar.
Empatia es poner tu piel en su piel y su piel en tu piel y dejarte llevar.
Es llegar a sentir que tu y yo somos lo mismo.
La Empatia es la antesala de mi alma y mi corazón volando juntos hacia la compasión.
Me parece muy bueno y acertado tu comentaro lucia,asi q no se me ocurre q añadir mas..quizas por decirte algo podrias poner algun ejercicio sencillo q nos ayude a desarrollar la empatia saludable sin caer en el llenado emocional egoico