Formas de superar los celos
¿Alguna vez los celos han arruinado un día armonioso en pareja o con amigos/as? ¿te has sentido incapaz de poder disfrutar el momento por estar viviendo una crisis emocional de celos sin saber reponerte a ella? ¿te gustaría poder sentirte satisfecha interiormente y renunciar a desear poseerlo todo?
Por supuesto, todos sabemos que cambiar requiere atención, motivación, guía (saber dónde ir y cómo) y esfuerzo. Por esto, si ya tienes la motivación aquí aparecen algunas pistas sobre una posible guía.
Si ya te has cansado de que los celos te priven de disfrutar plenamente de la felicidad de los demás o de tus seres queridos…. esto será tu catalizador para motivarte.
El primero de los pasos será no pretender ser lo que no se es. Si somos celosos, debemos reconocerlo e identificarlo en las diversas situaciones y facetas en que aparece. Todas las personas tenemos nuestras propias vulnerabilidades y unas cuantas que compartimos con el resto de la humanidad, así que no debemos acomplejarnos ni pretender no tener tacha alguna en nuestro carácter.
Ser consciente de ser vulnerable es el primer paso para acercarte a esa satisfacción interior que comentábamos.
¿Y por qué? porque te deshaces de la necesidad de demostrar que eres alguien distinto. Porque te das permiso para aceptar la parte no tan bonita de ti. Ese gesto de aceptar lo “no tan bonito” de ti es aceptarse, es auto-amor.
Sin más dilación, aquí va esa pequeña guía para superar los celos:
1º) IDENTIFICAR LA EMOCIÓN. Soy consciente que siento celos. A veces utilizamos celos y envidia como sinónimos, pero los celos, a diferencia de la envidia, surgen ante el miedo a la pérdida de una determinada cosa, función, relación, etc. La envidia hace referencia a algo que otra persona posee, mientras que los celos son a algo que poseemos nosotros y no queremos perder.
Identificando la emoción estás a medio camino de la aceptación
La aceptación te permite afrontar una solución
2o) REFLEXIONAR SOBRE LA CAUSA o tema sobre el que surgen los celos.
Hazte preguntas realistas. Evalúa tus pensamientos y relativiza la situación.
A menudo los pensamientos son tan rápidos que no podemos cazarlo al vuelo. Se trata de ser conscientes, recapitular qué pasó y en qué momento fue que comenzamos a sentir ese malestar emocional: los celos.
3o) ME RELAJO, relajo la mente, tanto las emociones de culpa o ansiedad que experimento por ser consciente de tener celos (es una emoción humana al fin y al cabo que forma parte de nuestro repertorio emocional) y des de un entendimiento más flexible y menos afectado, menos serio, de la situación, reflexiono de qué manera puedo resolver o enfocar la solución a esa emoción sin negarla.
4o) La SOLUCIÓN puede ser CREATIVA e inteligente, pero la creatividad y la inteligencia surgirán si conseguimos aflojar el fuego de la emoción con la relajación mental o física (tal vez la respiración, la atención al momento presente a través del cuerpo…).
Transformando mi emoción de celos…
- Reparar en el daño que hacen los celos a uno mismo y a los demás:
La primera persona a la que dañan los celos es uno mismo, ya que no te permiten sentirte a gusto con las personas de tu entorno, a quienes percibes “con malos ojos”, de repente se convierten en personas que te traicionan, en personas a quienes no importas en absoluto, o que son egoístas, o que no te estiman….mil y un pensamientos neuróticos que pueden provocar un gran malestar emocional. Ese malestar finalmente puede estallar ganándote la incomprensión y la retirada del respeto de los demás.
2. Saber que los celos son una interpretación subjetiva, no la realidad:
Recuerda que tus pensamientos crean tu realidad, ya que condicionan tus sentimientos. En otras palabras, tus pensamientos de celos pueden parecer veraces, pero el mero hecho de pensar en algo o sentirlo no lo convierte en realidad, debemos cuestionar su veracidad.
Podemos aprovechar cuando sintamos celos para reflexionar sobre nuestro mundo interior: en qué me estoy sintiendo inferior, qué me parece que el otro tiene que yo no tengo o que no puedo conseguir.
Una vez encuentro estas ideas que se agolpan en mi cabeza, pongo el pause: y cuestiono esos pensamientos: ¿de verdad que yo no puedo llegar a desarrollar esta u otra cualidad o logro que veo reflejado en el otro, si me esfuerzo? ¿De verdad es lógico creer que puedo poseer todas las virtudes y cualidades del mundo para mí solo/a? ¿Acaso no tenemos cada persona unas fortalezas más desarrolladas que otras?
3) Practica el alegrarte:
Sentirse contento/a y sentir admiración por las virtudes, las buenas acciones, cualidades y felicidad de los demás. Si conseguimos invertir la envidia por regocijo nos sentiremos muy felices y llenos.
4) Si sientes envidia por cosas como posición económica, inteligencia, poder, belleza, etc., entonces pregúntate: “¿Si yo tuviese estas cosas, sería realmente feliz? ¿las personas que las poseen son muy felices o también sienten preocupaciones, como por ejemplo, miedo a perder esas posesiones? ¿estas cosas durarán para siempre? Aprende a estar satisfecho con lo que tienes y con tu persona tal como es.
5) Cuando la envidia surge en una relación:
Por ejemplo, tu amigo o tu pareja está dedicándole tiempo a alguien más. Es aconsejable tratar el tema, ¡pero sin resentimiento, con sinceridad! Puede ser que exista un problema oculto (la otra persona podría estar molesta contigo por algo que hiciste, por ejemplo). Trata de solucionar el problema con una sincera comunicación de corazón a corazón.
En resumen, cada vez que tengas pensamientos obsesivos de celos, reconócelos, evalúalos y sustitúyelos por pensamientos positivos y acordes con la realidad.
Celos en la pareja
La curación de los celos no es posible si la persona no está convencida de querer salir de la actitud obsesiva. La persona celosa, en el caso de celos de pareja, debe reconocer si existen realmente motivos para sentir celos (valorando los hechos de forma realista). En caso de que existan motivos, éstos se deben comunicar inmediatamente a la pareja, con la intención de resolver malos entendidos y prevenir un deterioro de la relación.
Así pues, se desprende que es esencial tener una buena comunicación con la pareja, expresar lo que de verdad sentimos con autenticidad (por ejemplo, en lugar de “es que tú…tal…” , “yo me siento …tal….cuando se produce esta situación”) para que a la otra persona pueda comprender fácilmente nuestro malestar.
También es muy recomendable buscar actividades gratificantes (pintar, bailar, cantar, trabajar en un proyecto personal…etc ) que reduzcan el aferramiento obsesivo a esas ideas.
En terapia psicológica, se trabaja con un programa de tareas a realizar durante la semana, de refuerzos conseguidos y castigos por los comportamientos negativos, con el objetivo de mantener y potenciar la conducta sana y extinguir la conflictiva.
En conclusión los celos no son normales, pero no tenemos una madurez emocional aún para no sentirlos. Los celos no son sanos, aunque sea una emoción frecuente.
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