“Uno no deja de reír por hacerse viejo, se hace uno viejo por dejar de reír”

Algunas habilidades que se desprenden de las 4 diferentes dimensiones del sentido del humor mencionadas en el post anterior y que debemos aprender y potenciar son las siguientes:

• Recuperar y desarrollar el placer por el juego y las travesuras
• Potenciar la creatividad y el ingenio a través de diferentes medios de expresión (verbal, corporal…)
• Practicar la flexibilidad mental en diferentes situaciones
• Buscar activamente el humor en la vida diaria
• Relajarse frecuentemente
• Cuidarse emocionalmente
• Hacer actividades gratificantes, tener un tiempo y espacio propios
• Tener conciencia de nuestras fortalezas y habilidades y darles salida a través de actividades correspondientes
• Reírse de uno mism@ -en situaciones embarazosas o cuando no salen bien las cosas-

“Los contratiempos de hoy son las sonrisas de mañana” (Allan Klein)

• Valorar lo que se tiene y se hace en el momento presente
• Anticipar los contratiempos cotidianos y tener preparada una respuesta para ellos des del humor
• Practicar un estilo de pensamiento optimista
• Entender que la importancia de las cosas es relativa, depende de nosotros
• Apreciar lo que hemos aprendido en situaciones desfavorables o adversas
• Impedir que la actitud negativa de una persona afecte nuestro estado de ánimo
• Buscar activamente la relación con personas positivas, que tiene especial habilidad para ver el lado cómico de las situaciones

“Enseñar a una persona que tiene un montón de inhibiciones a desarrollar el sentido del humor es como limpiar una alcantarilla que se ha bloqueado con basura” Kataria

¿Podemos hacer algo para reír más y tener una visión más positiva de la vida? ¿cómo podemos mejorar el sentido del humor para cualquier momento de la vida? ¿cómo podemos aplicar una percepción humorística ante dificultades personales?

Para desarrollar el sentido del humor se necesita deshacerse de las capas de inhibición y bloqueos mentales que hemos ido creando a lo largo de nuestra por nosotros mismos o la influencia de otros y/o la sociedad.

Lo primero y más importante para conseguir un cambio en el sentido del humor es:

• Tener ganas de mejorar el sentido del humor. Lo primero es sacar una determinación firme de reír más, de tener más sentido del humor en nuestra vida, teniendo conciencia en qué punto estoy y hacia dónde quiero dirigirme.
• Actuar como una persona con sentido del humor, lo cual implica modificar hábitos, pensamientos, sentimientos en la dirección de nuestro objetivo. Practicar hasta eliminar los hábitos nocivos de preocupación, autoculpa, autodesprecio, catastrofismo…etc.
• De esta forma, progresivamente, iremos acercándonos a nuestro objetivo de mejorar nuestro sentido del humor

Si no sabemos a donde vamos, quizás terminemos en otro lugar.

Es importante comenzar reflexionando sobre nuestro sentido del humor: en qué somos buenos y qué podemos mejorar. Respondernos a preguntas como: qué grado de sentido del humor tengo y por qué, qué me impide desarrollar más el buen humor, qué beneficios aporta el sentido del humor, qué debo modificar, qué estoy dispuesto a cambiar, etc.

Un autor llamado Wooten afirma que para mantener la risa hay que permanecer en contacto con el payaso interior (inner clown). Esto significa volver a vivir con el espíritu que teníamos de niños y niñas.

Ante una situación incómoda o desagradable podemos preguntarle a nuestro payaso interior…. ¿cómo podría tomarme esta situación con sentido del humor? o ¿de qué manera puedo ver más cómica esta situación?

Las cosas sólo nos pueden parece divertidas o chistosas si estamos “de humor”, un estado particular lúdico en el que pueden coexistir pensamientos serios y lo cómico al mismo tiempo. Cuando conectamos con este espíritu, cualquier cosa puede hacer reír, ¡hasta las cosas desagradables pueden provocar risa! Recuperamos el placer natural e innato de jugar, aprovechamos cualquier ocasión que nos brinde nuestra existencia para pasarlo bien…pero si no estamos de humor….estaremos cerrados como ostras al juego…y el humor no será posible.

Recuperar nuestro payaso interior es un estilo de vida. Algo que todos tenemos dentro pero que lo hemos inhibido, ya no queremos o sabemos comunicarnos con él, debido a que nos hemos hecho a la idea de que para crecer hay que dejar de ser feliz…hay que dejar de jugar en pos de las buenas maneras, la seriedad y las normas sociales.

En resumen, primero hemos de concienciarnos de dónde nos encontramos respecto al sentido del humor y tener la intención de mejorarlo abriéndose a ello y buscando ocasiones para propiciarlo. Si nuestra puntuación en sentido del humor es baja, tendremos que aplicarnos más.

• Sonreír más frecuentemente
• Expresión gestual y corporal alegre
• Atención a lo que hace reír y desatender el resto
• Utilizar el lenguaje comunicativo de forma positiva (suprimir en la medida de lo posible expresiones como “bueno, voy tirando“, “podría estar peor“…)
• Dedicar momentos a actividades gratificantes y placenteras
• Disfrutar de lo que hacemos a cada momento
• Aprender a no tomarse tan en serio a uno mismo

• Ser consciente de cómo funciona el estrés y los estragos que produce
• Evitar juicios negativos
• Relativizar las adversidades
• Seguir un proceso racional en la resolución de problemas
• Ver los errores como ocasiones para aprender

La persona se convierte en aquello que más practica. Los pequeños cambios pueden producir grandes transformaciones. Comportarse, pensar y sentir como lo haría alguien con buen humor supone tener un proyecto personal importantísimo y un objetivo a alcanzar muy gratificante que también puede inspirar a nuestro entorno.

Llevar a cabo este trabajo obviamente requiere disciplina y esfuerzo pero los beneficios se obtienen ya a corto plazo.

El objetivo que perseguimos es encontrar cosas que nos hagan sonreír y reír para procurarnos una dosis diaria de buen humor (algo altamente recomendable para mantener o restaurar una buena salud).

Si alguien se propone tener más humor en su día a día, lo obtendrá. Hemos de ver al risa como si fueran nuestras vitaminas, del mismo modo que no estamos un sólo día sin comer, no pasa un sólo día sin que hayamos reído, aunque sea solos. De esta forma, estaremos más abiertos cada vez al juego y la sonrisa.

Algunas recomendaciones generales que pueden servirnos para esta empresa:

• Buscar activamente material humorístico: leer alguna revista de humor, buscar cosas de humor en revistas, periódicos, …recopilar chistes, caras graciosas, entrevistas con humoristas, viñetas de risa, también objetos como artículos de broma: nariz de payaso, peluches, vajilla simpática, set de limpieza con formas graciosas….,etc, que nos saquen una sonrisa. Hacernos un “botiquín de la risa” con materiales que podamos consultar
• Intentar regalar cosas de humor
• Películas cómicas: pueden ser muy útiles des de la filmografía de Charles Chaplin, los Luthiers…
• Entrenarse en buscar el lado cómico de las cosas en la vida diaria (esto también desarrolla nuestra inteligencia y creatividad, ya que nos obliga a cambiar de perspectiva): por ejemplo, en el supermercado, andando por la calle, en el trabajo, en el metro, etc. Podemos reírnos con nosotros mismos, por ejemplo, lo que esperamos y lo que ocurre realmente, el juego gratuito del pensamiento… si encontramos complicidad en otros, aún mejor.”Busca lo ridículo en todo y lo encontrarás” (Jules Renard)
• Tener la convicción de que la alegría es una elección. Al levantarnos por la mañana podemos elegir entre la alegría y la tristeza y nuestro cerebro quedará programado para ello, sintonizado de alguna manera en esa frecuencia de radio.

Para finalizar os dejo un trocito del final de la película Mary Poppins, con la forma más fantástica de asumir un despedido y el posterior ataque de risa del banquero :)