¿Qué representa un examen para la persona que lo realiza? ¿Cómo aprender a controlar tu estrés?
¿Qué representa un examen para la persona que lo realiza?
El examen simboliza la primera gran demanda de reconocimiento social y académico de sus compañeros. Todos nos construimos con nuestra propia mirada, pero también con la de los demás. Y el diploma da expresión concreta a los ojos de la comunidad. Marca la entrada en la vida social, universitaria o profesional. Representa una especie de paso iniciático a la edad adulta.
Por eso el estrés es tan importante y está tan íntimamente ligado a estos juicios. Porque se pondrá a prueba el nivel de conocimientos, pero también la personalidad del candidato. Esto es muy cierto para los exámenes orales, que a menudo son más temidos. El mecanismo de la ansiedad social se genera por el miedo al juicio que se va a recibir. Durante una prueba escrita, este juicio es diferido. Pero en un oral, cara a cara con el examinador, la sensación de estar “en vivo”, sin red de seguridad, da a muchas personas la sensación de vivir en una terrible situación de juicio. Así es como actúa el estrés: en dosis razonables, hace a las personas más y más eficientes, en dosis demasiado altas, paraliza.
¿Cómo aprender a controlar tu estrés?
El estrés está relacionado con dos factores: una percepción muy subjetiva de la importancia de la situación, y la idea que tenemos de nuestras capacidades para afrontarla. Aquellos que hacen de su examen una cuestión vital, y que consideran que sus posibilidades de éxito son nulas, están encerrados en un estrés poderoso. Por el contrario, alguien que se preocupa poco por sus pruebas , tiene un nivel de estrés demasiado bajo, que no lo hará efectivo.
Para ello, es importante trabajar unas actitudes mentales muy concretas:
– transformando tus expectativas en preferencias: “sería mejor si lo logro” en lugar de “si fracaso, es un desastre”.
– para aquellos que no estén lo suficientemente preocupados, trabajen sus verdaderas motivaciones escribiendo en una hoja en blanco, por un lado, todas las ventajas de no examinarse, por otro lado, todas las ventajas de examinarse. Determine en qué dirección se balancea su conciencia. Y actuar en consecuencia.
¿Algunos consejos para llegar a tu mejor forma?
En primer lugar, consejos físicos. El cuerpo necesita llegar en su forma principal. Por lo tanto, es fundamental no sacrificar el sueño y cultivar un estilo de vida muy saludable, con una dieta equilibrada, sin abuso de alcohol, café o tabaco. Haz algo de actividad física para liberar un poco la presión. Finalmente, algunos métodos simples de relajación siempre son beneficiosos para aprender a relajarse y respirar mejor.
En el aspecto psicológico, es importante en los días previos no haber invertido toda tu mente en los exámenes. Hay que ventilar el cerebro saturado de repasos, con una buena película, una salida con amigos, una buena cena… El estrés moviliza muchas emociones negativas, por lo que hay que equilibrar y desarrollar emociones positivas, a través de la risa por ejemplo.
En toda esta preparación, el papel de los padres es obviamente fundamental. Sobre todo, no ejerza presión, pero asegúrese de que su hijo se beneficie del mejor entorno posible. A los padres les toca encontrar el arte y la manera de estar siempre disponibles, pero con la mayor discreción. Básicamente, ¡ofrecerlo todo sin imponer nunca nada!
Autora: Lucia Rodríguez Brines
Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.
Si estás interesad@ en conocer nuestros servicios de psicología y mindfulness, puedes escribirme a info@psitam.com y estaré encantada de atenderte.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!