Colorear mandalas – estos diagramas que representan el universo entero en las tradiciones india y tibetana, pueden ayudarnos a reenfocarnos y apaciguarnos del Estrés, dispersión, ansiedades.
¿Qué es el mandala?
“Mandala” significa centro y círculo. Se trata de diagramas de varias formas (redondos, pero también cuadrados, octogonales, etc.) organizados alrededor de un centro.
En las tradiciones india y tibetana, estos diagramas representan simbólicamente la relación de los seres humanos con el cosmos y el universo en su conjunto. Pero también los podemos encontrar en la tradición cristiana, ya que se asemejan a la forma de rosetones, en las iglesias, cuyo objetivo es captar la luz para elevarse hacia lo divino.
En realidad, podemos encontrar la forma del mandala en todas partes a nuestro alrededor: nuestro cerebro o el sistema solar son mandalas. ¿Una célula ? ¿Una flor ? ¡Mandalas también!
¿Cómo puede sernos útil el mandala?
El mandala se utiliza en las tradiciones espirituales como herramienta de meditación. Pero también se puede utilizar con fines de bienestar. Especialmente psíquico.
Fue Carl Gustav Jung quien notó por primera vez que cuando las personas atravesaban momentos difíciles, dibujaban espontáneamente lo que parecían rosetas. Después de investigar mucho, llegó a la conclusión de que, en términos psicológicos, el mandala representa a la persona en su totalidad. Y que este dibujo estructurado en torno a un centro permite lograr un equilibrio, una armonía.
Entonces, si estamos atravesando una fase de caos en nuestra vida, psíquica o física, poder trabajar con un mandala, ya sea dibujándolo o coloreándolo, nos permitirá reconectarnos con nuestra estructura profunda. Con todo nuestro potencial, nuestro yo.
¿Cómo trabajas con el mandala?
Podemos llevar mandalas pintados, para trabajar en meditación. En este caso, es mejor centrarse en los mandalas tradicionales.
Si buscas más reenfocarte y relajarte, lo mejor es trabajar con mandalas predibujados, que colorearás. Si trabajamos hacia el centro, fomentaremos un reenfoque, un movimiento hacia adentro. Mientras que al colorear hacia la periferia, trabajamos más en nuestra apertura.
De entrada, es importante elegir el mandala que más nos convenga. O de forma espontánea porque nos gusta y queremos colorearlo, o según la temática que queramos trabajar. Luego, tenemos que elegir los colores que más nos gusten. Es una elección personal que explica que a partir de un mismo mandala, podemos lograr resultados visualmente muy diferentes.
¿Requiere esto conocimientos previos? ¿En dibujo, por ejemplo?
¡No hay absolutamente ninguna necesidad de saber dibujar! Con el mandala no buscamos hacer esteticismo, ni reproducir modelos. ¿ Lo esencial ? Diviértete, tómate un momento para ti, relájate. Y déjate llevar por lo que sientes.
¿Cómo explicar que la práctica del mandala ayude a nuestro bienestar?
En primer lugar, es una herramienta de concentración. Centrar toda nuestra atención en el dibujo nos devuelve al momento presente. Esto naturalmente conduce a un estado de relajación, calma, paz: ya no pensamos en nuestras preocupaciones. Es particularmente útil para combatir el estrés.
Además, estoy convencida de que hay impactos energéticos mucho más sutiles: la forma del mandala y el centro nos llevan automáticamente hacia un estado de unidad. Nos permiten reenfocarnos. Pero también están los colores que, asociados a las formas, crearán visualmente volúmenes de los que emergerán sensaciones y energías muy diferentes.
Una cosa es segura: un mandala no es una aspirina que tomas cuando tienes dolor de cabeza. Ni una “varita mágica”. Para trabajar en un tema en particular, se debe hacer una propuesta. Que una tarde problemática se formuló para sacar a relucir la respuesta que está en nosotros. El mandala nos ayuda allí porque permite la conciencia. Depende de nosotros, entonces, si lo deseamos, trabajar en ello.
El equilibrio que proporciona proviene de organizarse alrededor de su centro.
Colorear para adultos es un gran éxito hoy en día en las librerías. El mandala es una cuestión de estructura y coherencia. El equilibrio que proporciona proviene de organizarse alrededor de su centro. Una simple coloración no es parte de una estructura. Por supuesto, esto le permite tomarse un tiempo para sí mismo y, por lo tanto, relajarse automáticamente. Pero en mi opinión, los resultados no tendrán nada que ver con eso, especialmente desde el punto de vista psíquico. Algunos terapeutas de arte usan el dibujo, pero este trabajo está más orientado a la creatividad. Ésta es otra área.
Autora: Lucia Rodríguez Brines
Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.
Si estás interesad@ en conocer nuestros servicios de psicología y mindfulness, puedes escribirme a info@psitam.com y estaré encantada de atenderte.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!