Si bien han sido aliados perfectos durante milenios, nuestras emociones ahora están amenazadas. Esta amenaza proviene del cambio reciente y rápido de nuestro medio ambiente.
Nuestras emociones puestas a prueba por la influencia urbana
A pesar de que psicológica y neurológicamente hemos cambiado poco en 10.000 años, (somos idénticos a nuestros antepasados cazadores-recolectores que vivían en tribus nómadas de unas pocas docenas de individuos), nuestro entorno ha cambiado radicalmente. Un elevado porcentaje de la población en nuestro país vive ahora en una zona de influencia urbana.
Una vida diaria hostil
La sociedad de consumo nos proporciona bienes y servicios. Los medios y las redes sociales nos saturan de información. Incluso el rostro del peligro ha evolucionado: de depredadores de animales a amenazas abstractas como ideologías, crisis financieras y ciberataques. Los desplazamientos diarios despiertan nuestras reacciones de estrés, las noticias de televisión suscitan nuestras reacciones de ansiedad, la publicidad suscita nuestras frustraciones, los escándalos políticos avivan nuestra exasperación, la ruptura de la estructura familiar tradicional despierta el sentimiento de soledad, trabajos sin sentido alimentan nuestro aburrimiento y nuestra sensación de alienación.
Encuentra el equilibrio emocional
Es este creciente desajuste entre nuestro entorno y nuestras emociones lo que explica, en gran medida, la proliferación actual de emociones tóxicas. Es por ello que urge multiplicar los periodos de retorno a las fuentes para que nuestro cerebro emocional se oriente: cultivar un huerto, organizar fines de semana inmersivos en el corazón de la naturaleza, consumir orgánicos y locales, tomar el sol, aislarse del ruido ambiental, limitar las notificaciones push de tu smartphone, planificar paseos junto al mar, dormir en la montaña bajo las estrellas … Aquí tienes una muestra de buenas prácticas que ayudan a nuestro cerebro emocional para orientarse para regular las emociones tóxicas.

Autora: Lucia Rodríguez Brines
Apasionada e investigadora de la mente humana. Respeto el sufrimiento humano y procuro ayudar a disminuirlo. Convencida, como psicóloga y como meditadora, de que existe un proceso de evolución de la psique del ser humano. Cómplice del desarrollo de conciencia y valores humanos.
Si estás interesad@ en conocer nuestros servicios de psicología y mindfulness, puedes escribirme a info@psitam.com y estaré encantada de atenderte.
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