¿Cuántos tipos de meditación hay?

Diversos tipos de meditación

Multitud de investigadores y psicoterapeutas han demostrado los efectos positivos alcanzados a partir de la práctica de la meditación.

Se suelen dividir dos tipos de meditación: a) la meditación a través de la concentración; y b) la meditación de “plena conciencia” o “mindfulness”, que nace de las tradiciones del Budismo Zen y del Budismo Tibetano.

a) En la meditación mediante la concentración se enfoca la atención en un objeto específico como la propia respiración o dirigiendo la mirada hacia un objeto (una vela, mandala, la repetición de un sonido o un mantra).

b) En la meditación de “plena conciencia”(mindfulness) se enseña al practicante a tomar conciencia de los contenidos mentales (pensamientos, imágenes, sensaciones físicas y/o sentimientos) a medida que surgen. El foco de la atención se centra en la experiencia inmediata, adoptando una actitud de total aceptación y amorosidad.

Mindfulness y Kabat Zinn

Kabat- Zinn impulsó esta técnica dentro del entorno médico a través de su Programa de Relajación y Reducción del estrés diseñado para pacientes clínicos graves del Centro Médico de la Universidad de Massachussetts (Estados Unidos). En éste, la meditación de “plena conciencia” es empleada a lo largo de seis días y -posteriormente- se realiza un retiro de meditación de cuarenta y ocho horas en silencio, en el cual los participantes son guiados para desarrollar la meditación de “plena conciencia” cuando caminan, comen, etc. Se busca así entrenar la mente concentrándose en la respiración y en la exploración de todo el cuerpo para alcanzar la toma de conciencia del propio cuerpo como totalidad. Centrando la mente así, vamos observando los pensamientos, dejando que éstos se disuelvan. A posteriori, dichas prácticas deberán ser aplicadas en forma diaria con el objetivo de disminuir el estrés de la vida cotidiana.

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Rutas de meditación

Las religiones y tradiciones pueden diferenciarse en cuestiones aparentes, pero las experiencias que son precursoras de las creencias son a menudo idénticas. No nos debe sorprender hallar una conexión íntima en las tradiciones contemplativas de todo el planeta en cuanto a sus enseñanzas definitivas (no en la parte religiosa, ya que ésta es arbitraria, adaptada para que las personas se adhieran a ellas). Es esperable que coincidan en lo esencial ya que todos los seres humanos compartimos el mismo sistema nervioso, que es donde tienen lugar las experiencias auténticas de conciencia.

Las sendas de la meditación se remontan a milenios, y abarcan todos los continentes. Todas ellas presentan sus peculiaridades y también puntos en común –como ya se ha mencionado-. Metafóricamente podríamos comparar la meditación con una montaña en que la cima es la meta común a todas las tradiciones: la liberación, la conciencia iluminada, la felicidad inextinguible. Para alcanzar la cima, puede ascenderse por diferentes rutas y cada una presenta un paisaje y unos requerimientos para adaptarse al terreno particulares. El ascenso equivale a la transformación de la conciencia.

Algunas de estas sendas meditativas son: el bhakti hindú, la cábala judía, el hesicaísmo cristiano, el sufismo, la meditación trascendental, el yoga Ashtanga de Patanjali, el tantra inidio o yoga kundalini, el budismo tibetano, el zen, el Cuarto Camino de Gurdjeff, la conciencia sin elección de Krishnamurti…etc.

Las diversas sendas de meditación coinciden especialmente en la importancia de adiestrar la mente continuadamente en la Atención. Las diferentes sendas de meditación se distinguen en el énfasis que ponen en “la hoja de ruta”. Las vías de la meditación pueden elegir de entre las grandes estrategias para adiestrar la atención –recordemos que el cultivo de la atención es común a todas las tradiciones y necesaria para alcanzar la cima de la montaña-. Estas grandes estrategias son: concentración (la mente se centra en un objeto mental estable), atención profunda (la mente se observa a sí misma) o ambas facultades integradas.

Las técnicas de cada sistema de meditación se clasifican así pues según el tipo de atención aplicada:

Bhakti (cuya técnica más destacable es Japa), Cábala (Kavvanah), Sufismo (Zikr), Meditación Trascendental, yoga kundalini (Siddha Yoga)… aplican la Concentración.

Gurdjeff y Krishnamurti … aplican Atención

El budismo theravada (vipassana), el budismo zen (zazen), budismo tibetano (vipassana) … aplican la modalidad Integrada (Atención y Concentración).

• La concentración consiste en enfocar una sola percepción, haciendo retornar constantemente su mente errante a este objeto. Nos esforzamos en mantener la mente fija. El objetivo es desarrollar la concentración en un solo objeto.
• La atención se practica cultivando una vigilancia continuada y plena de cada momento, de cada instante, de los eventos internos (respiración, sensaciones corporales…). En definitiva, se trata de que el meditador mantenga una vigilancia/conciencia global y plena del continuo de conciencia.

“El único ingrediente invariable en la receta para transformar la conciencia en todos los sistemas de meditación es el adiestramiento de la atención”

Daniel Goleman

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